La mantenida congestión que se vive en algunos de los puertos claves para el transporte marítimo internacional en Europa y los Estados Unidos desde meses está contribuyendo de forma indirecta a contener la caída de los fletes en estos servicios, pese al evidente retroceso en la demanda que se viene observando.
Según el análisis de Freightos, el número de buques atrapados esperando muelle no se ha reducido hasta los niveles que había antes de la pandemia y, de igual modo, en el caso de los Estados Unidos, el tapón que antes se concentraba en los puertos californianos, ahora se ha trasladado a los principales recintos de la costa este.
Con este movimiento, los importadores pretenden evitar los desabastecimientos que se produjeron en la temporada alta del año pasado, a la vista de que la economía estadounidense crece impulsada por el auge en sus exportaciones de productos energéticos, como bien evidencia, entre otros, el caso del puerto de Valencia con la llegada de GNL.
En concreto, la consultora confirma que en los servicios entre Asia y el norte de Europa, con la demanda cayendo un 6% anual, los fletes han retrocedido también un 64% en lo que va de año. Sin embargo, las tarifas son 4,5 veces superiores a las que se abonaban en estas mismas rutas en 2019.
En esta misma línea, los fletes de los tráficos que cruzan el Atlántico también están 3,5 veces por encima de los precios de 2019, pese a que desde finales de agosto han caído un 15%.