Los directivos del fabricante chino Dongfeng aprovecharon su presencia en la IAA de Hannover 2014 para visitar el Stand de uno de sus principales socios europeos, Schmitz Cargobull, para posteriormente trasladarse hasta la planta española del fabricante ubicada en Zaragoza.
Tras la inversión de 100 millones de euros llevada a cabo por parte del fabricante de semirremolques en Wuhan, China, para la construcción de una nueva planta industrial puesta en marcha el pasado mes de septiembre, ha crecido el interés por parte de los socios asiáticos para conocer de primera mano los procesos de fabricación desarrollados en otros países.
De hecho, una de las principales novedades presentadas en la feria por parte de Schmitz fue el primer semirremolque 'Gridmesh', fabricado en la nueva planta de China con el que la compañía espera incrementar su presencia en el mercado global.
Para la fabricación del chasis de este nuevo modelo, se ha utilizado la alta tecnología de fabricación en frío, por la que se han sustituido las vigas del chasis en 'doble T' por unas de fabricación en 'Z', que se aplica también en la nueva generación de vehículos Genios, presentada recientemente y que será introducida en el mercado europeo próximamente.
Visita a Zaragoza
Posteriormente, la visita a la planta española del fabricante ubicada en Zaragoza, que tuvo lugar tras la reunión en la feria alemana, los socios chinos han obtenido una visión profunda de la estrategia industrial, productiva y empresarial de Schmitz, tanto en el ámbito de la investigación, el desarrollo, la construcción y la logística, como el de la fabricación y del control y calidad.
Los visitantes han presenciado la cadena de valor del fabricante orientada al cliente, segura y de calidad. Desde el grupo, han señalado que la planta de montaje de Zaragoza refleja la estrategia de la compañía, que no es otro que ofrecer vehículos seguros y servicios que aportan soluciones de transporte innovadoras y orientadas al mercado.
Desde la planta de Zaragoza se montan los semirremolques y se distribuyen en los mercados adyacentes, respetando las mismas y exigentes normas de calidad que se aplican en el centro de fabricación de Altenberge, Alemania.
El modelo de la planta alemana ha tenido una muy buena acogida, ya que la flexibilidad que ofrece en lo que al volumen de producción se refiere, ha resultado especialmente eficaz durante los pasados años de crisis económica.
Por ello, tanto las plantas de Zaragoza como la nueva de Wuhan siguen las directrices marcadas por esta fábrica.