A pesar de las dificultades que han vivido los puertos de Europa en los últimos años, el volumen de carga del puerto debería aumentar en más de la mitad en en el año 2030, incluso considerando unas suposiciones modestas de crecimiento. Así lo expresó el comisario europeo de Transportes y vicepresidente de la Comisión Europea, Siim Kalas, durante la X edición de la conferencia anual de la Organización Europea de Puertos (ESPO) celebrada en Varna, Bulgaria.
Para el responsable europeo, con más carga en los puertos “vamos a trabajar para conseguir menos camiones de las carreteras y por hacer un mayor uso del transporte marítimo de corta distancia como una alternativa de transporte más limpio”.
Ante este panorama, Kallas planteó ante la ESPO los desafíos a los que se enfrentan los puertos en cuanto a las necesidades de inversión, la sostenibilidad o los recursos humanos. Y aunque reconoció que en Europa se sitúan algunas de las mejores instalaciones portuarias del mundo, ”la eficiencia y el rendimiento varían mucho entre los puertos, provocando una verdadera división de la UE”, y como ejemplo recordó que Rotterdam, Amberes y Hamburgo manejan el 20% de todos los bienes que pasan por los puertos europeos.
Mejores conexiones
En este sentido, el comisario europeo dejó claro que su preocupación es que "no todos los puertos ofrecen el mismo servicio de alto nivel”. En su opinión, esto no significa desviar tráficos de unos puertos a otros, sino “crear mejores condiciones para que podamos tener las conexiones de transporte marítimo más cortas y para que todos los puertos se integren plenamente en la cadena logística”.
Kallas reconoce que a diferencia de otros sectores del transporte, la UE no tiene “casi ninguna” legislación portuaria: el acceso a los servicios, la transparencia financiera o cargos por uso de la infraestructura.
Es este sentido, el comisario europeo ha avanzado ante la asamblea de la ESPO que la revisión de la política propuesta por la UE en materia portuaria se centra en los 319 puertos de la red transeuropea de transporte, que en conjunto representan más del 90% de los pasajeros y las mercancías en tránsito a través del sistema de puertos de la UE.
Vamos, dijo, "a hacer un uso completo de las futuras orientaciones de la RTE-T y su instrumento financiero, el Mecanismo de Conectividad Europea, para el desarrollo de los puertos y mejorar sus conexiones con el ferrocarril, la carretera y las redes de navegación interior".
En cualquier caso, matizó Kallas, la propuesta no pretende crear más carga administrativa o costes. De hecho, “no sólo va a simplificar y reducir los trámites burocráticos, sino que debe reducir los costes portuarios en casi un 7% con el fin de que la UE ahorre hasta 10 millones de euros en el año 2030”. También debe generar más negocio para el transporte marítimo de corta. Eso significa más actividad portuaria y por lo tanto un importante número de nuevos puestos de trabajo.
Mayor transparencia financiera
Por su parte, el Secretario General de la ESPO Patrick Verhoeven reconoció el hecho de que la propuesta de Reglamento “introduce un primer paso importante hacia la creación de una mayor transparencia financiera". Asimismo, la ESPO agradece que la propuesta acepta “el papel central de la Autoridad Portuaria y confirma, hasta cierto punto, su autonomía”.
No obstante, la asociación portuaria europea no pasa por alto que la propuesta atribuye competencias potencialmente de gran alcance a otras autoridades y algunos de los procedimientos propuestos puede provocar “interferencias perjudiciales a la libertad comercial de los puertos, su capacidad para invertir y sus responsabilidades administrativas".
Por ello, en las próximas semanas, la ESPO llevará a cabo una evaluación en profundidad de la propuesta de reglamento, centrándose en el impacto concreto que tiene en la diversidad de sus miembros. Así, la ESPO invita al Parlamento y al Consejo a tomar “debidamente en cuenta” esta evaluación durante el próximo proceso de co-decisión.