La nueva normativa de control de emisiones de azufre en las zonas SECAs, en vigor desde el pasado 1 de enero, no está produciendo "por ahora" el sobrecoste que las navieras temían en el transporte marítimo de contenedores, según el último informe de Drewry Maritime.
Tras conocerse la intención de la OMI de aplicar la nueva normativa, gran parte de las navieras indicaron a mediados de 2014 que aplicarían recargos adicionales para compensar los costes del nuevo combustible marítimo. Entre las mismas contemplaban aumentar las tarifas de flete o establecer un nuevo recargo específico.
Sin embargo, la realidad en este primer mes de normativa es que el transporte marítimo, así como sus precios y costes, apenas se han visto afectados, al menos en la medida prevista.
En un principio, este sobrecoste se estableció en torno a los 25 euros/TEU en los servicios desde el norte de Europa a la costa este de Estados Unidos, en 43 euros/TEU desde el norte de Europa al Golfo de Estados Unidos y de 18,4 euros/TEU desde Europa hasta Asia, teniendo esta ruta un precio mucho menor ya que en gran parte de la misma no se requieren las bajas emisiones.
En este contexto, durante enero, la mitad de los operadores en la ruta entre el norte de Europa y los Estados Unidos han aplicado un recargo medio de 48 euros/TEU, mientras que el aplicado en la ruta Europa-Asia asciende a 17,5 euros/TEU. Además, la otra mitad de las navieras han cobrado un importe similar incrementando las tarifas base de sus fletes.
Los cargadores protestan
Esta decisión no ha gustado a los cargadores, habiéndose negado algunos a pagar un recargo teniendo en cuenta el descenso en los precios del combustible marítimo. En este sentido, cabe destacar que los operadores experimentan los mismos costes que hace seis meses ya que, aunque el precio del combustible marítimo ha descendido un 50% desde junio, el precio del combustible bajo en azufre es un 55% superior al otro.
Por otro lado, las cantidades aplicadas en el BAF, el impuesto que incluye un recargo porcentual a los cargadores para paliar los sobrecostes que las fluctuaciones en el precio de los combustibles podían acarrear al transportista, continúa siendo alto, ya que este ha descendido en torno a un 20% desde julio de 2014, mientras que el precio de los combustibles lo ha hecho un 44%.
Así, desde la consultora concluyen que la resistencia de los cargadores y el descenso oportuno en los precios del petróleo han neutralizado el impacto del recargo por combustible bajo en azufre en el transporte marítimo de contenedores, "al menos por ahora", ya que el coste real se verá una vez que los precios del combustible empiecen a subir de nuevo, "como inevitablemente sucederá", afirman.