La negociación entre la dirección de Transportes LARF y los presentantes legales de los trabajadores sobre el ERE extintivo para toda la plantilla ha finalizado sin acuerdo,al no ratificar los empleados el preacuerdo alcanzado.
De esta forma, al haberse cerrado el período de consultas sin entendimiento, la empresa queda libre para acometer las medidas que crea necesarias, pues tras la reforma laboral el empresario no necesita la aprobación de la autoridad laboral. No obstante, el sindicato CC.OO. ha puesto a disposición de los delegados su asesoría jurídica para emprender las acciones legales contra la decisión empresarial que los trabajadores estimen oportunas.
Transportes LARF, perteneciente al grupo MAT y dedicada al transporte de áridos y rocas, presentó el pasado 21 de enero el ERE de extinción para toda la plantilla compuesta por aproximadamente 40 personas, la mayoría con la categoría de "conductor".
Según denuncia el sindicato CC.OO., durante los meses anteriores la empresa había estado intentado negociar una rebaja salarial con los trabajadores “para llevarles a las condiciones económicas del convenio de la provincia de Toledo, con el argumento de que la empresa es dueña allí de una cantera”, señala CC.OO.
Sin embargo, la representación legal de los trabajadores negó en todo momento la posibilidad de acuerdo, puesto que se mantenía en vigor uno, firmado en marzo de 2012, por el que renunciaban a una cuantía salarial igual a una paga extra. Además, el sindicato recuerda que la empresa no ha actualizado salarios a lo establecido en convenio desde el año 2009.
Inviabilidad del negocio
Así pues, “la empresa, argumentando la inviabilidad del negocio por la falta de clientes y el mínimo margen de beneficio que los que mantiene le dejan, ha anunciado la intención de liquidar la sociedad, tomando como primera medida la extinción de todos los puestos de trabajo”, asegura el sindicato.
Los delegados de personal reconocen que durante el período de consultas han acudido a las reuniones con el ánimo de negociar y llegar a un acuerdo que mantenga el máximo número de puestos de trabajo. “Se alcanzó así un muy complicado pre-acuerdo por el que se mantenían todos los puestos de trabajo a través de suspensiones temporales y una rebajada salarial que se aproximaba al 20%”.
Los delegados no vieron como positivos los resultados de la negociación pero decidieron llevarlos a la asamblea de trabajadores para su debate y votación. El resultado de la misma ha sido “un rotundo no”, pues la plantilla ha entendido que la situación económica en la que se verían envueltos resultaría insostenible.