En los próximos meses, una nueva infraestructura podría entrar en el mapa del transporte internacional, se trata del Canal de Nicaragua, que competiría con los canales de Suez y Panamá en un mercado americano en el que el sistema intermodal de Estados Unidos también tiene un importante peso.
Sus impulsores esperan que durante este mes de abril se publique el estudio de impacto ambiental, lo que podría poner en marcha el que sea posiblemente el mayor proyecto de construcción del siglo XXI, para la construcción de un canal interoceánico a través de Nicaragua con una inversión cercana a los 50.000 millones de dólares (45.750 millones de euros).
Esta nueva infraestructura permitiría el paso de los mega-portacontenedores más grandes del mundo, sería tres veces más larga que el Canal de Panamá, además de más ancho y más profundo.
El peso de una aventura de tal magnitud recae sobre el multimillonario chino Wang Jing, quien ha asegurado recientemente en una entrevista a la BBC que el proyecto es comercialmente viable y podría dar resultados rápidamente.
El promotor se muestra confiado en construir el canal en solo cinco años, para lo que su empresa HKND inició los trabajos preliminares de la obra el pasado mes de diciembre, aunque la construcción propiamente dicha solo podría iniciarse tras la publicación del estudio del impacto ambiental.
Por otro lado, el empresario no se ha mostrado preocupado por los múltiples oponentes y escépticos que encuentra su macroproyecto, generalmente vinculados al posible impacto negativo sobre el lago más grande de Centroamérica.
En la misma línea, cuestionado sobre las dudas comerciales en torno a la infraestructura expuestas desde ciertos sectores que aseguran, por un lado, que el ferrocarril está ganando terreno al transporte marítimo y, por otro, que los centros industriales del mundo parecen estar alejándose de Asia, Wang Jing se ha limitado a señalar que el 90% del comercio mundial se transporta por vía marítima.