El futuro parece ya eléctrico para las máquinas de todos los tamaños.
Kalmar, perteneciente al Grupo Cargotec, ha demostrado una firme intención por adaptarse a los requerimientos de sus clientes, que cada vez con más frecuencia exigen soluciones eléctricas. Es por este motivo que ha decidido que toda su gama de productos esté disponible en versión eléctrica a partir del año 2021.
Los demandantes de este tipo de equipos para la gestión de materiales y contenedores son clientes de numerosos mercados que tienen la vista puesta en el futuro. Los principales proveedores de motores y transmisiones han tomado buena nota de ello y han comenzado a colaborar con los fabricantes mientras siguen investigando sobre el proceso de electrificación.
El futuro parece ya eléctrico para las máquinas de todos los tamaños, ya que aunque los modelos híbridos han sido una gran solución intermedia para la reducción del impacto ambiental, pronto se verán superados por los eléctricos tanto en lo que se refiere a sus posibilidades como al ahorro económico.
Evolución del diésel a la electricidad
A día de hoy, aún se siguen instalando motores diésel en los equipos, pero probablemente serán de los últimos. El cambio tendrá muchas implicaciones en lo que se refiere a la infraestructura de carga y las operaciones de gestión de materiales, dado que requerirá una planificación muy cuidadosa para garantizar el mismo rendimientoque una unidad diésel.
Sea cual sea la dirección que adopte el desarrollo eléctrico en los próximos años, será necesario algún tipo de infraestructura para la propulsión y carga del equipo, lo que afecta no solamente a los sistemas técnicos sino a todo el modelo operativo.
La tecnología de baterías está evolucionando tan rápido que los operadores encontrarán cada vez más ventajas en hacer el cambio a la electricidad, incluso en flotas ya existentes, aunque de momento preferirán hacerlo de la mano de un socio en lugar de invertir sus recursos en este tipo de investigaciones tecnológicas.
Sistemas autónomos
En cualquier caso, a pesar de su gran potencial, el cambio a la electricidad es solamente un paso más en una hoja de ruta futura mucho más amplia. Los sistemas automatizados y autónomos constituyen la siguiente faseen la transformación del sector de la manipulación de cargas, aunque la electrificación es la base necesaria para su adopción.
Asimismo, conviene señalar la revolución que ha supuesto la digitalización, llegando en el caso de Kalmar a 5.000 los equipos conectados alrededor del mundo, que ofrecen datos que pueden ayudar a los clientes a mejorar su operativa y oferta de servicios.
En tres años, la industria mirará de nuevo hacia el 2018 y verá el momento en que dieron un paso decisivo en otra dirección. Por ello, es importante que tanto los fabricantes como los clientes estén preparados para la revolución que se avecina.