Los datos presentados en el estudio muestran que el tráfico interno de Cataluña supone el 45% del total gestionado.
El sector logístico representa el 13,8% de la economía catalana, con un movimiento de 425 millones de toneladas de mercancía en el 2018, que ha marcado su quinto año consecutivo de crecimiento. Así se desprende de los indicadores de competitividad del Sistema Logístico Catalán que ha presentado Cimalsa en el puerto de Barcelona.
Los datos recogidos por el Observatorio de la Logística muestran el tráfico interno de Cataluña supone el 45% del total gestionado, aunque también es muy relevante el de la región con el resto del mundo, con un 24% del total.
Actualmente, 27.830 empresas conforman el sector logístico y de ellas, un 76% se dedica al transporte de mercancías por carretera. No obstante, el ratio de trabajadores por empresa es muy reducido , con 2,4 en 2016, principalmente por el elevado número de autónomos.
Uno de los puntos clave de Cataluña es su capacidad para captar talento a través de 'start-ups', que cuentan con un gran potencial para el ámbito logístico. En total, existen 258 dedicadas a este sector, de las cuales el 34% corresponde a plataformas de comercio electrónico.
Crecimiento del e-commerce
En este sentido, el estudio ha detectado un cambio en las pautas de consumo de los usuarios hacia el comercio electrónico, pues el número de operaciones de compra 'on-line' se ha incrementado un 34% en los últimos tres años.
Todo esto está obligando al sector del comercio a ofrecer opciones de entrega a domicilio y a aumentar la frecuencia, tratando de reducir al mismo tiempo los costes totales de la cadena para no repercutirlos al cliente. Además, un 5% de las 'start-ups' se dedican a impulsar procesos robotizados y autónomos para los subsectores dedicados a trabajos repetitivos o poco tecnificados.
Por otra parte, el volumen de mercancía transportada por las cadenas multimodales mantiene una tendencia creciente, pese a que solamente supone el 25% del total de mercancía movido. En cuanto a los puertos, ha seguido creciendo el volumen de toneladas en el tráfico ro-ro.
Formación
En cualquier caso, la importancia socioeconómica del sector logístico en el territorio contrasta con el rechazo social que genera, porque se le considera contaminante, extensivo en el uso de suelo y que no genera puestos de trabajo, además de considerarlos de baja calificación.
De manera general, el escenario actual implican una reorganización del tejido empresarial catalán y ha llevado a un aumento de la demanda de nuevos perfiles profesionales, que requieren formación específica.
En la actualidad, están disponibles un 80% de titulaciones de alta calificación, como 36 másteres universitarios, ocho posgrados, cinco grados universitarios, dos grados superiores, dos grados medios y siete certificaciones profesionales.
Los diferentes retos planteados requerirán de un esfuerzo conjunto para replantear el funcionamiento del sector, que tendrá que empezar por una adaptación de la formación para preparar a profesionales de todos los niveles y garantizar la competitividad del sector logístico.