La llegada en los últimos años de los ecosistemas de movilidad inteligente a la industria de automoción supone la entrada de lleno en la revolución tecnológica de los sistemas de transporte.
En este sentido, el sector logístico y de transporte está empezando a cambiar, pese a que esta transformación digital se encuentra en una fase meramente inicial que, sin embargo, anticipa modificaciones más drásticas que afectarán tanto a la tecnología como a los modelos de negocio y a las relaciones laborales, entre otros aspectos.
El Informe Global sobre Automoción de 2019 dado a conocer esta misma semana por KPMG avanza una evolución al alza, lenta, pero consistente, en la fabricación de vehículos eléctricos, de tal modo que, a nivel global, para 2040 se estima una distribución bastante equitativa de la fabricación de vehículos entre eléctricos de batería con un 30%, híbridos con un 25 %, vehículos eléctricos de pila de combustible con un 23% y motores de combustión interna con otro 23%.
Por lo que respecta al transporte y la logística, KPGM estima que el sector avanza hacia el desarrollo de ecosistemas conjuntos de movilidad y logística, ya que según su informe, un 60% de los directivos coinciden en que en el futuro dejaremos de diferenciar entre transporte de viajeros y de mercancías.
Así mismo, un 83 % de los directivos encuestados piensan que con el surgimiento de nuevos modelos, las empresas deberán replantearse la necesidad de cooperación para crear un ecosistema de movilidad, de tal modo que la empresa que ofrezca la mejor experiencia de cliente para viajeros y mercancías tendrá mayores posibilidades de desarrollo.