La morosidad continúa siendo una de las principales lacras para la competitividad de las empresas de transporte valencianas, según la patronal Fvet.
De acuerdo con sus cálculos, un 40% de profesionales del sector sitúa el plazo medio de pago entre 60 y 90 días, mientras que para un 10% la situación se agrava y los impagos duran entre 90 y 120 días.
Así pues, la organización empresarial asegura que "la situación es más crítica que hace un año y es previsible que empeore. El precio del combustible sigue disparado, a lo que se suma la inflación y un escenario económico de incertidumbre que no sabemos cómo nos va a afectar. No podemos seguir asumiendo que nos paguen mal y tarde, en especial aquellos transportistas que no tienen músculo financiero para afrontar los retrasos de los pagos”.
De manera particular, Fvet estima que los subsectores más afectadospor este tipo de prácticas son los de carga general, transporte portuario, agencias de transporte y transporte internacional y que, además, el nuevo régimen sancionador no ha mejorado la situación
En este sentido, desde la entrada en vigor de este nuevo marco normativo, según Fvet, dos de cada tres transportistas valencianos reconocen no haber notado mejoría respecto a los plazos de pago, por lo que piden la implicación de todos los actores de la cadena de suministro para aliviar una situación que afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas de transporte, que no cuentan con un músculo financiero suficiente para hacer frente a la situación.