La Organizacion Mundial del Comercio teme que la invasión rusa de Ucrania y las medidas de aislamiento introducidas por las autoridades chinas en el área metropolitana de Shanghai para contener un brote de coronavirus recrudezcan las tensiones en las cadenas de suministro globales.
Estas dos circunstancias están dificultando el comercio global de mercancías, según el organismo internacional, precisamente cuando se empezaba a notar cierto alivio en las presiones que viven los servicios logísticos y de transporte en todo el planeta desde finales de 2019.
Así mismo, la entidad también estima que la coyuntura también tendrá su reflejo en un menor crecimiento de la economía mundial.
Según sus previsiones, el PIB mundial aumentará un 2,8% en 2022, 1,3 puntos porcentuales por debajo de sus previsiones anteriores, mientras que para 2023 el crecimiento repuntaría hasta alcanzar el 3,2%, cifra que se coloca en la estela de los registros entre 2010 y 2019.
La OMC estima que la repercusión económica más inmediata de la crisis ha sido un acusado incremento de los precios de los productos básicos.
En este sentido, los envíos de cereales a través de puertos del mar Negro se han interrumpido, lo que, según la organización internacional, podría tener consecuencias nefastas para la seguridad alimentaria de los países pobres.
Por otra parte, los confinamientos impuestos en China están perturbando de nuevo el comercio marítimoen un momento en que las presiones de la cadena de suministro parecían estar atenuándose.
Según la OMC, esta circunstancia podría dar lugar a una nueva escasez en el abastecimiento de materias primas y bienes intermediospara la producción industrial, así como a un incremento aún mayor de la inflación.