La industria europea de los cruceros logró en 2014 un récord que ayudó a impulsar la recuperación económica de Europa, llegando a alcanzar los 40.200 millones de euros, lo que supuso un aumento del 2%con respecto al año anterior. Sin embargo, CLIA Europa advierte de que se perfilan una serie de retos en el horizonte que amenazan con socavar el crecimiento futuro si no se toman medidas urgentes.
En la inauguración de la feria Seatrade Europe, CLIA Europa ha señalado que “el año pasado la industria del crucero siguió creciendo y aumentando su relevancia en Europa, generando 350.000 puestos de trabajo y liderando la producción industrial europea, ya que 29 de los 31 barcos de cruceros programados para ser entregados en 2018 se están construyendo en los astilleros europeos”.
Sin embargo, la asociación ha destacado que el crecimiento de la industria de cruceros en Europa ha disminuido en comparación con años anteriores. Por ello, ha solicitado que se aborden "urgentemente" una serie de limitaciones críticas para garantizar el crecimiento de la industria durante los próximos años.
Infraestructuras, medio ambiente y visados, áreas clave
Así, algunas de las áreas claves que actúan como obstáculos son un insuficiente desarrollo de las infraestructuras portuarias, la aplicación desigual de la legislación medioambiental de la Unión Europea en los puertos de Europa y las limitaciones que impiden la llegada de más turistas de terceros países en Europa.
En primer lugar, acerca de la necesidad de ampliar aún más las infraestructuras portuarias se ha apuntado que, actualmente, se necesita una inversión en la actualización de la infraestructura portuaria en toda Europa, lo que serviría para abrir nuevas rutas y destinos.
Por otro lado, se ha hecho mención a la directiva del azufre de la UE, ya que, mientras que las líneas de cruceros invierten en costosos sistemas de depuración de gases de escape para cumplir con la directiva, "sigue sin estar claro en qué puertos podrán utilizarlo". Por ello, se ha solicitado que los Estados miembros de la UE se centren en alinear la aplicación de la legislación europea en todos sus puertos "para evitar esta confusión".
Por último, se ha recordado que Europa es una de las regiones más restrictivas del mundo en cuanto a requisitos de visado para los ciudadanos extranjeros y, como consecuencia de ello, "está perdiendo seis millones de potenciales turistas cada año en un momento crucial para la recuperación económica".
Se ha mostrado la satisfacción por la propuesta de reforma del código de visados de la UE,"un comienzo vital", pero se ha insistido en que las instituciones de la UE tienen que, progresivamente, adoptar e implementar la nueva legislación "o corren el riesgo de privar a la Unión Europea de aún más ingresos procedentes del turismo cuando más los necesitan”.