La Fundación ICIL ha celebrado recientemente en su sede de Barcelona el Foro Supply Chain bajo el lema “Porque hoy es necesario aliarse y pensar juntos”.
El primer foro se realizó en Bilbao, este segundo encuentro ha estado dedicado a la Supply Chain y a sensibilizar a las empresas sobre la importancia de buscar alianzas con proveedores y clientes. El Foro también ha servido de apoyo a los profesionales que necesitan solventar problemas concretos o compartir experiencias con otros profesionales.
La principal conclusión que se extrajo del Foro Supply Chain ha sido que las cadenas de suministro están en permanente cambio y evolución y que las empresas deben ir readaptándolas en función de los cambios que se producen en un entorno globalizado.
Cómo adaptar la supply chain a las empresas
Para iniciar la mesa de debate, se lanzó una primera pregunta sobre el significado del término Supply Chain y cómo adaptarlo a la realidad de las empresas.
Miguel Ángel Miguel director Supply Chain de Grupo Mahou-San Miguel, precisó que “en España la supply chain todavía no ha llegado al grado de cadena de suministro alcanzado en otros países, pero que está en vías de alcanzar una mayor relevancia. La supply chain es el catalizador de un objetivo: la colaboración”.
Pero para que se dé colaboración fuera de la compañía, antes hay que implantar este concepto a nivel interno en la empresa “el concepto de supply chain puede abarcar muchos ámbitos: cadena de aprovisionamiento, planificación de la producción, distribución física, etc., pero puede ir más allá e incluir la colaboración, incluso con los clientes”.
Por su parte, Emili Xandre, director de operaciones de Groupe Seb Ibérica, especificó que la cadena de suministro “empieza en el cliente porque hay que hace una previsión de su demanda” y que, por tanto, es una cadena “cada vez más larga y con problemas de visibilidad. La supply chain tiene que aportar valor añadido a un precio asequible”, para conseguirlo, “hay que trabajar sobre la cadena de suministro en términos de eficiencia, servicio y coste, y hay que incluir en esa cadena a clientes, proveedores y, en según que ámbitos, también a la competencia”.
Para Marc Grau, corporate Supply Chain Manager de Celsa, la cadena de suministro es el resultado de la fusión de la planificación de la producción y la logística, siendo actualmente un concepto mucho más complicado y complejo porque en el mundo ha cambiado la forma de comprar, producir y vender, en el sentido que la materia prima puede comprarse en un punto del planeta, ser transformada en otro y transportarla hasta diferentes destinos para ser finalmente vendida en otros muchos puntos geográficos.
Por otro lado, Ramón Puente, director general de Gas Gas, incidió en que “el concepto de supply chain está cambiando” porque, si hay que integrar al cliente final, “cada cadena debe adaptarse a sus necesidades para no perderlo”.
Francesc Barrachina, director general de BC Consulting, también se refirió a que en España “no se sabe todavía qué es exactamente el concepto supply chain, pero las empresas se empiezan a plantear acciones como la concentración de proveedores, el pedido único y las devoluciones. Y la cadena de suministro tiene que conseguir coordinar todos estos procesos y muchos más”.
Mariano Sanz director técnico comercial de Eulen Servicios Logísticos añadió que “para desarrollar bien una cadena de suministro hace falta especialización y flexibilidad de las partes porque todos los procesos son críticos”.
Asimismo, Marc Grau introdujo el concepto de “cadena de valor” asociada a la cadena de suministro, señalando que hay que analizar bien todos los procesos para saber con concreción en qué se está gastando el dinero. “Esto contribuirá a tener una supply chain con valor añadido”.
Y sobre esta idea, Emili Xandre añadió que “las empresas deben dedicarse a su core business y dejar la cadena de suministro en manos de los expertos”. Esto también deben empezarlo a hacer las pequeñas y medianas empresas, buscando a los mejores proveedores de servicios que no tienen porqué ser los más grandes.
Sobre la relación entre pymes y supply chain, y de si tienen futuro en un mercado que exige tener bien organizadas las cadenas de suministro, se concluyó que las pymes deben especializarse para poder subsistir y que deben colaborar entre ellas, especialmente en ámbitos logísticos, por lo que la formación de los profesionales es imprescindible para las pequeñas y medianas empresas.
Cómo asumir los riesgos que surgen
En referencia al mapa de riesgos asociados a la cadena de suministro los problemas que pueden surgir son de tipo cultural, los legislativos, o los tecnológicos, con la aparición de nuevas tendencias en la forma de consumir y comprar.
En este punto se introdujo otra pregunta relacionada con los riesgos referidos a si comprar, proveerse o vender en países emergentes puede ocasionar problemas en la cadena de suministro.
Para Emili Xandre “siempre surgen y continuarán apareciendo nuevos riesgos, como por ejemplo los vinculados a la evolución al alza de los costes, especialmente los ligados a la mano de obra y al transporte”.
Y según Marc Grau “como la cadena de suministro debe estar más orientada a la fiabilidad que al coste, ésta debe estar preparada para cambiar y adaptarse a las características de los mercados en los que una empresa decide producir o proveerse”.
Decisiones de la cadena de suministro centralizadas
A continuación se habló de si las decisiones en la cadena de suministro de las empresas deben estar centralizadas, e incluso también si hay que centralizar las referidas a la producción.
Miguel Ángel Miguel manifestó que “en la cadena de suministro las decisiones deben estar centralizadas, incluso las referidas a la planificación de la producción porque el hecho de conocerlas permite tomar decisiones más precisas en el conjunto de la supply chain”.
Sobre este punto, Francesc Barrachina explicó que “si se descentraliza ordenadamente pueden obtenerse ventajas” ya que en algunas empresas la centralización reduce la flexibilidad.
Y Ramón Puente añadió que la centralización en la toma de decisiones es un proceso delicado porque “el mundo es muy complejo, existe mucha información y por tanto acaba siendo una operación arriesgada”.
El último de los temas tratados fue el de si la cadena de suministro acabará siendo un servicio costumizado para cada cliente. Se concluyó que todo está en función del tipo de cliente; si se trata de un consumidor, la cadena de suministro no se adaptará porque se perdería rentabilidad y crecerían los costes.
Por tanto, hay que ir con cuidado porque costumizar puede llegar a romper la cadena de suministro. Aunque las nuevas tendencias en B2C están marcando las pautas porque se están construyendo cadenas adaptadas al cliente.