La reforma regulatoria permitirá a la industria y a los transportistas saber a qué atenerse a la hora de invertir.
Pese a que el Gobierno no puede mitigar toda la incertidumbre tecnológica que vive la industria de la automoción, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, estima que el desarrollo de la Estrategia de Movilidad, Segura, Sostenible y Conectada contribuirá a acabar con la incertidumbre regulatoria del sector.
Este factor permitiría, a su vez, a los transportistas también saber a qué atenerse a la hora de invertir en vehículos más sostenibles, conociendo las ayudas que se establezcan, así como los posibles gravámenes que afectarían a aquellos más contaminantes.
Para facilitar esta transición, el Ejecutivo ha diseñado medidas como el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de Automoción que incluye el apoyo a una mayor penetración de vehículos de cero y bajas emisiones, a través de medidas de estímulo de la demanda y la facilitación de la implantación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos, entre otras.
En este sentido, Ábalos, según ha declarado en el Congreso de Faconauto celebrado esta semana en Madrid, considera prioritario abordar la movilidad de una manera integral, implicando a distintos departamentos ministeriales, para ofrecer nuevas soluciones para las necesidades específicas de movilidad, como puede ser la movilidad urbana, por medio de una nueva Ley de Movilidad, que diseñe un paradigma en el que la movilidad se considere un derecho que garantiza la igualdad y la cohesión social.
Este proyecto tendrá como grandes principios básicos la seguridad, la sostenibilidad, la cohesión social, la digitalización y la emergencia climática e incluirá, entre otros aspectos, una revisión de las prioridades de inversión, así como su financiación, y el impulso de una movilidad eficiente energéticamente y adaptada a las nuevas tecnologías.