El papel de Maersk en las principales rutas comerciales este-oeste podría convertirse en el de un jugador menor una vez se complete la disolución de la alianza 2M con MSC en enero de 2025, según refiere Splash247 a partir de un análisis de Sea-Intelligence.
Desde Maersk, han repetido que su objetivo es tener una flota de contenedores de no más de cuatro o 4,3 millones de TEU, y a raíz de la noticia de la división, la naviera ha insistido en que no buscará unirse a otra alianza, sino establecer acuerdos para compartir buques en algunas rutas comerciales.
En el transpacífico, según Sea-Intelligence, será claramente la más pequeña de las grandes navieras y alianzas, mientras que MSC contará con una capacidad ligeramente inferior a la de THE Alliance, aunque será Ocean Alliance quien se destacará con una fuerte posición.
En las rutas Asia-Europa, existe una situación similar a la del Pacífico, con la única excepción de que los pequeños operadores juegan un papel muy marginal en este comercio.
Está claro que la separación de 2M alterará la situación actual, pues como aseguran desde Sea-Intelligence, “veremos un cambio en el mercado de tres operadores principales a un mercado de cinco operadores, en el que Maersk será claramente el jugador más pequeño”.
¿El fin de las alianzas?
Por su parte, desde Drewry, explican que la naviera danesa lleva tiempo interesada en salir de la alianza 2M, al considerarla incompatible con su estrategia integradora. “La falta de autonomía en las decisiones de su red estaba frenando el progreso de su plan”, señalan.
A medida que el enfoque ha pasado de las economías de escala a las soluciones de extremo a extremo, Maersk se ha dado cuenta de que necesita controlar su propia red y ser totalmente responsable del rendimiento y la fiabilidad del servicio.
En este sentido, “si Maersk tiene razón y ser un integrador dentro de una alianza no es viable, las empresas con aspiraciones similares y en una situación similar, como CMA-CGM en Ocean Alliance, tendrán que reconsiderar una ruptura”, reflexiona Drewry, sugiriendo que la era de las alianzas está llegando a su fin.
“Parece cada vez más probable que los grandes operadores busquen su camino individual, mientras que los medianos permanecerán juntos por necesidad”, pronosticó.
Por su parte, Lars Jensen, que estuvo vinculado a Maersk y ahora dirige la consultora Vespucci Maritime, ha sugerido que la noticia es solo el comienzo de una remodelación de las alianzasen las principales rutas este-oeste. En su opinión, debe verse como la "primera ficha de dominó" de otras muchas que caerán en los próximos años.