Actualmente, la cartera de pedidos de nuevos portacontenedores a nivel global asciende a casi 900 unidades que suman 6,8 millones de TEUs de capacidad, repartidas entre diferentes astilleros de todo el mundo.
De esta forma, puede decirse que la cartera de pendientes es más grande que las flotas existentes combinadas de Cosco, Hapag-Lloyd y Evergreen, que son la cuarta, la quinta y la sexta líneas de contenedores del mundo.
En este momento, la flota global asciende a más de 25 millones de TEUs, cuando en 2007 era menos de la mitad. En aquel año, el ratio entre la cartera de pedidos y la flota alcanzó un máximo del 64,2%.
No obstante, en comparación con los datos de finales de 2020, la falta de espacio en los astilleros, así como el aumento de los costes del acero y de los precios de la energía han elevado los precios de los portacontenedores entre un 30% y un 35%, según las cifras que maneja Alphaliner.
MSC, que a principios de año superó a Maersk como la mayor línea de contenedores del mundo, tiene la cartera de pedidos más amplia, como más de 1,7 millones de TEUs pendientes de entrega en los próximos años, de acuerdo a los datos de Sea-Intelligence.
De esta forma, solamente sus pedidos pendientes ya se sitúan al nivel de la flota de la quinta naviera del mundo, Hapag-Lloyd. Entre 2023 y 2024, se espera la llegada al mercado de 319 y 263 buques respectivamente, lo que impulsará el crecimiento de la flota un 8% y un 6% respectivamente.
En este sentido, si continúa la elevada actividad de contratación actual, desde Danish Ship Finance creen que el exceso de oferta podría afectar al mercado de contenedores durante mucho tiempo.