La crisis sanitaria, con fuertes consecuencias a nivel económico en todos los sectores, ha tenido una gran influencia en la toma de decisiones de las navieras durante 2020, pues los pedidos de buques de nueva construcción han caído un 19% y suponen solamente el 7% de la flota mundial actual.
Se trata de su valor más bajo de los últimos 31 años, según explican en Anave a partir de los datos de Clarksons Research. De hecho, en la crisis de 2008, la cartera de pedidos equivalía a más del 50% de la flota en servicio.
A lo largo del último año, los encargos de buques sumaban un total de 53,9 millones de toneladas de peso muerto, que suponen un descenso del 29% respecto a las 76 de 2019. Esto ha sido especialmente notorio en los graneleros, con una caída del 58% hasta los 13,5 millones de toneladas.
Por su parte, los nuevos contratos para buques tanque han llegado a los 23,8 millones de toneladas, un 8% menos. No obstante, conviene apuntar que en el último trimestre de 2020 los pedidos de buques de nueva construcción han alcanzado la cota más alta desde el primer trimestre de 2018, gracias a los metaneros y petroleros de tipo VLCC.