El puerto de Barcelona ha movido durante los diez primeros meses del 2023 un tráfico total de 53,3 millones de toneladas, un 10,5% menos que en el mismo tramo del año pasado.
Así mismo, la dársena catalana también suma 2,7 millones de TEUsde enero a octubre de este mismo ejercicio, lo que implica un descenso anual de un 9,9%.
Los responsables del enclave barcelonés estiman que la caída de los tránsitos y la desaceleración de los intercambios comerciales en todo el mundo están impactando tanto en su tráfico de contenedores, como en el total.
Sin embargo, al mismo tiempo también destaca el buen comportamiento de los graneles sólidos y de los automóviles nuevos durante el período.
En concreto, los graneles sólidos han sumado cuatro millones de toneladas en los diez meses, con un incremento del 9% con respecto al mismo período del año anterior, merced a los buenos resultados de todas las mercancías, exceptuando las potasas.
A su vez, los graneles líquidos presentan una disminución anual de un 13,5% debido a los resultados negativos que muestran todos los hidrocarburos, aunque otros productos como los químicos y de los aceites y grasas han evolucionado mejor.
Por otro lado, el tráfico de vehículos nuevosha alcanzado las 653.285 unidades entre enero y octubre, superando ya las cifras de todo el ejercicio 2022 y con un crecimiento anual de un 48%, impulsado por todas las operacione, tanto de importación, como de exportación y tráfico.
Adicionalmente, los movimientos de mercancías del enclave catalán con el archipiélago balear también está impulsando la recuperación del tráfico de UTIs, que con un leve descenso del -0,9% se acerca cada vez más a las cifras positivas.