El Musel se convirtió durante el pasado ejercicio en el noveno puerto del país, sin embargo su situación económica atraviesa un mal momento. Empresas que trabajan en la zona adeudan al Puerto de Gijón un total de 21 millones de euros.
Esta situación ha provocado que la Autoridad Portuaria tenga la intención de incrementar sus tarifas portuarias hasta un 30%. Lo que ha causado inquietud y preocupación tanto a grupos políticos como a los trabajadores del puerto, ya que el incremento de las tarifas “influiría negativamente en la competitividad del Puerto” según ha indicado Santiago Martínez Argüelles, candidato del PSOE para la alcaldía del municipio. Según Argüelles, se deberían de tomar medidas y diseñar una estrategia comercial relacionada con la industria de Asturias.
Por su parte, la portavoz del PP, Pilar Fernández Pardo ha indicado que las pérdidas “evidencian un pésimo balance que debe motivar una seria reflexión”, aún así, asegura que es necesario esperar a que la ampliación de El Musel ofrezca los resultados esperados y para ello es necesario “volcarse en la búsqueda de alternativas y propuestas que hagan rentable esta obra”.
Del total de 21 millones que debe la Autoridad Portuaria, 10 corresponden a Oligsa, motivo por el cual El Musel ha rescindido la concesión de la explanada de Aboño4 a Ebhisa. Se da la circunstancia de que ambas empresas tienen a la Autoridad Portuaria de Gijón como accionista mayoritario, y siete a otras empresas.
El director de la Autoridad Portuaria de Gijón, Julio de la Cueva ha explicado que la ampliación de El Musel ha supuesto una inversión de 13,6 millones de euros, en este sentido, ha asegurado que “las obras se recibieron a comienzos de 2011 y la contabilidad no hace más que reflejar este hecho que es contable y que tiene una incidencia en la imagen de las cuentas”.
La Intervención General de la Administración del Estado había dado el visto bueno para que la amortización de la deuda de las obras dependiera de las zonas que se encontraran en funcionamiento.
La concesión de la regasificadora a Enagás y la manipulación de carbones a Lissan han generados unos ingresos, que han provocado el aumento de las amortizaciones lo que ha generado el resultado negativo de explotación de 11,7 millones de euros, según ha comunicado la Autoridad Portuaria.