La autopista AP-36 Ocaña-La Roda ha aplazado otros tres meses, hasta el próximo 19 de septiembre, la celebración de su junta de acreedores prevista para ese viernes a petición de la Abogacía del Estado.
La Abogacía remitió en la tarde del jueves al juez encargado del concurso de la autopista un escrito en el que solicitaba que la resolución a su situación se aborde en el marco del plan de rescate que el Gobierno diseña para toda la decena de autopistas quebradas.
Alegando razones de interés general, el escrito solicitaba un plazo adicional de tres meses para la celebración de la junta de acreedores de la vía. Se trata de la segunda vez que se aplaza, dado que inicialmente se fijó para el pasado 18 de abril.
De esta forma, la Abogacía del Estado ha evitado que los bancos acreedores de la autopista, que soporta una deuda de 522 millones de euros, rechazaran el plan de pagos propuesto por la sociedad concesionaria de la vía y que entrara así en fase de liquidación.
En caso de liquidación, los bancos acreedores pueden reclamar al Estado el importe de la Responsabilidad Patrimonial de la Administración, con el consiguiente impacto en las cuentas públicas.
Al aplazamiento solicitado por la Abogacía del Estado se ha sumado el juez titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid, el encargado del proceso concursal de autopista, y finalmente se ha acordado la nueva fecha de acuerdo con la sociedad concesionaria de la vía y su administración concursal.
Propuesta de pago a 43 años
La autopista AP-36 Ocaña-La Roda es la primera de las nueve autopistas de peaje que actualmente están en concurso que llega a la fase final de su proceso concursal.
Para tratar de evitar su liquidación, la sociedad concesionaria de la autopista se presentó este viernes a su junta de acreedores con una propuesta de convenio que plantea a sus entidades financieras aplazar 43 años, hasta 2057, el pago íntegro de su deuda de 522 millones de euros.
En la actualidad, el Gobierno, a través de los ministerios de Fomento trabaja en el proyecto que presentó el pasado mes de marzo para rescatar estas autopistas en problemas.
El proyecto pasa por integrarlas en una empresa nacional de autopistas pública, para lo cual, previamente realizará una quita del 50% en la deuda de las autopistas, que asciende a 3.800 millones de euros, y convertirá el pasivo restante en un bono a treinta años.
Además de la Ocaña-La Roda, el resto de vías en quiebra son las cuatro radiales de Madrid, la que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la Madrid-Toledo, la Cartagena-Vera y la Circunvalación de Alicante.