Una vez que el requisito de flota mínima de tres camiones para poder ser transportista ha desaparecido, el mantenimiento de la exigencia de antigüedad máximase ha convertido en el clavo ardiendo al que agarrarse para evitar que el mercado de transporte se abra total y definitivamente con el nuevo ROTT en enero de 2019.
Precisamente el mantenimiento del requisito de la antigüedad a petición del propio sector de transporte a través del Comité Nacional implica que haya que enviar el texto legal a Bruselas para que la Comisión Europea se pronuncie sobre si la existencia de esta condición es conforme a la legislación europea de transporte, lo que ha provocado que la reforma del ROTT se retrase hasta el año que viene.
En este sentido, Fenadismer considera "que el Ministerio de Fomento tiene argumentos suficientes para defender ante la Comisión Europea el mantenimiento del requisito de la antigüedad máxima para contribuir al rejuvenecimiento de la flota española, más aún cuando la reciente sentencia del Tribunal europeo no cuestiona dicho aspecto, y cuando además la Comisión Europea está presionando en los últimos meses al Gobierno español para que introduzca medidas administrativas de diversa índole tendentes a la mejora medioambiental".
Además, la organización empresarial estima que la sentencia del Tribunal de la UE de 2014 por la que se declaró ilegal el requisito de exigencia de antigüedad en el caso de las autorizaciones de transporte privado complementario no es aplicable al transporte público y, consecuentemente, afirma que es "imprescindible mantener este requisito, ya que el mantenimiento de la antigüedad máxima no sólo contribuye a que no se produzca una desestructuración y desordenación real del actual tejido empresarial de nuestro sector, sino que además incide de forma muy positiva tanto en la reducción y mejora de los índices de siniestralidad vial que soporta nuestro sector".