Si hay un lugar en este planeta en el que la conciencia medioambiental esté encontrando un desarrollo sostenido a lo largo de las últimas décadas, ese lugar, sin duda, es Europa.
Las autoridades de la Unión Europea vienen crando desde hace más de tres décadas todo un conjunto normativo dirigido a impulsar una mayor conciencia social y que ha desembocado en los últimos años en una revolución energética que busca reemplazar los derivados del petróleo por otras fuentes de energía más limpias y sostenibles.
La electricidad gana enteros como opción de futuro para el transporte pesado.
Este esfuerzo sin parangón en el resto del planeta genera ciertas dudas en algunos sectores productivos por su ambición y la elaboración de toda una serie de objetivos de difícil cumplimiento en algunos casos.
[sumario]La estrategia de movilidad sostenible de la UE propone 82 iniciativas a desarrollar en el ámbito de la sostenibilidad, el transporte inteligente y la resiliencia”.[/sumario]
Esto es así, por ejemplo, en el caso del transporte, acusado por ser un agente contaminante de primer magnitud, sin llegar siquiera a separar las emisiones que produce el transporte privado, de las que generan los cada vez más eficientes vehículos industriales y comerciales.
80.000 camiones «limpios» para 2030
Pese a ello, las autoridades europeas abogan porque antes de 2030 estén circulando por las carreteras europeas 80.000 camiones de emisiones cero en circulación, así como porque antes de 2050 prácticamente todos los automóviles, furgonetas, autobuses y los nuevos vehículos pesados sean de emisiones cero.
La Unión Europea se propone aprovechar el cambio generado por la pandemia para acelerar la transición hacia un transporte menos contaminante, mas eficiente y digitalizado”.
En paralelo, la Unión también se ha fijado el objetivo de que el tráfico ferroviario de mercancías aumente en un 50 % de aquí a 2030 y de que se duplique para 2050.
Es más, los máximos responsables de la UE pretenden que en poco menos de una década, para 2030, el transporte intermodal basado en el ferrocarril y las vías navegables sea capaz de competir en igualdad de condiciones con el transporte exclusivamente por carretera .
El uso del gas natural en el ámbito marítimo gana adeptos y genera inversiones en infraestructuras.
De igual modo, también se pretende que todos los costes externosdel transporte dentro de la UE sean sufragados por los usuarios del transporte, a más tardar en 2050.
En defnitiva, la política europea quiere aprovechar la situación generada por la pandemia para acelerar la descarbonización y modernización de todo el sistema de transportey movilidad, limitando su impacto negativo para el medio ambiente y mejorando la seguridad y la salud de nuestra ciudadanía.
En este mismo sentido, se considera que la doble transición ecológica y digital debe reconfigurar el sector, redefinir la conectividad y revitalizar la economía mediante un proceso de transformación equitativo y justo desde el punto de vista social.
Como consecuencia, el sistema europeo de transporte sostenible al que aspira la UE se quiere inteligente, flexible y capaz de adaptarse a patrones y necesidades de transporte en constante cambio, sobre la base de avances tecnológicos de vanguardia que proporcionen una conectividad fluida, segura y protegida a todos los ciudadanos europeos.
Dentro de este marco, la 'Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente'de la UE, junto con su Plan de Acción, establece un conjunto de 82 iniciativas que guiarán el trabajo de las instituciones comunitarias durante los próximos cuatro años.
Así mismo, esta estrategia sienta las bases de cómo el sistema de transporte de la UE puede lograr su transformación ecológica y digital y ser más resistente a crisis futuras.
La estrategia de movilidad contempla opciones para mejorar la sostenibilidad en todos los modos de transporte.
Para ello se parte de la idea de que son necesarias políticas más ambiciosas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles que presenta el transporte, con la intención de conseguir el objetivo fijado por la Unión de reducir los gases de efecto invernadero como mínimo un 55 % de aquí a 2030 y de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050.
Consecuentemente, las autoridades europeas pretenden abandonar el paradigma existente de cambios progresivos en favor de una transformación radical,en la que la digitalización pasará a ser un motor indispensable para la modernización de todo el sistema y en la que la sostenibilidad pasa a ser el nuevo requisito para que el sector del transporte crezca.
Con todo ello se busca reforzar la autonomía estratégica y la resiliencia de la UE y sortear cualquier crisis, por lo que resulta fundamental preservar las cadenas de suministro y contar con un enfoque europeo coordinado en materia de conectividad y actividad de transporte, sin renunciar a que el espacio único europeo de transporte se mantenga como una de las piedras angulares de la política europea de transporte.
Movilidad sostenible, inteligente y resiliente
Las 82 iniciativas propuestas se reparten en diez áreas de acción que se centran en la sostenibilidad, la movilidad inteligente y la resiliencia.
Dentro del ámbito de la sosteniblidad, se busca impulsar la adopción de vehículos, embarcaciones y aviones con cero emisiones, combustibles renovables y bajos en carbono e infraestructura relacionada, por ejemplo, mediante la instalación de tres millones de puntos de recarga públicos para 2030.
De igual modo, también se promueven iniciativas para promover combustibles marítimos y de aviación sostenibles, así como para hacer que la movilidad interurbana y urbana sea saludable y sostenible.
Las emisiones del transporte aéreo también son objeto de revisión en la estrategia.
Por otra parte, también se propugna mejorar la sostenibilidad en el transporte de mercancías , por ejemplo, duplicando el tráfico de mercancías por ferrocarril para 2050.
Para el transporte marítimo en particular, ademas, también se propone, junto con el despliegue de combustibles marinos alternativos, el establecimiento de zonas de control de emisiones de amplio alcanceen todas las aguas de la UE, con el fin último de que la contaminación atmosférica y del agua procedente del transporte marítimo sea nula.
Además, en el transporte por carretera, la Comisión propondrá una revisión de las normas de CO2 aplicables a automóviles y furgonetas en junio de 2021 a más tardar y, del mismo modo, también revisará las normas de CO2 correspondientes a los vehículos pesados.
En el terreno de la movilidad inteligente se prevé hacer realidad la movilidad multimodal conectada y automatizada, impulsar la innovación y el uso de datos e inteligencia artificial (IA) para una movilidad más inteligente, por ejemplo, apoyando plenamente el despliegue de drones y aviones no tripulados.
[sumario]La Unión Europea se propone aprovechar el cambio generado por la pandemia para acelerar la transición hacia un transporte menos contaminante, mas eficiente y digitalizado”.[/sumario]
En este ámbito destaca especialmente la construcción de un espacio común europeo de datos relativos a la movilidad, que conducirá a la Comisión a estudiar distintas opciones reglamentarias para conceder a los operadores un espacio seguro y fiable en el que compartir sus datos dentro de los sectores y entre ellos, sin falsear la competencia y respetando la privacidad.
Finalmente, para el área de la resiliencia se propone mejorar la resistencia del sistema europeo de transporte frente a futuras crisis.
Para ello, la Unión Europea se propone reforzar el mercado único, por ejemplo, reforzando los esfuerzos y las inversiones para completar la Red Transeuropea de Transporte, hacer que la movilidad sea justa y justa para todos y aumentar la seguridad del transporte en todos los modos.
La Unión Europea considera que el ferrocarril es un elemento fundamental para mejorar la sostenibilidad.
De igual manera, en este mismo terreno, la UE tampoco renuncia a financiar la modernización de las flotas en todos los modos.
Las autoridades europeas consideran este aspecto necesario para garantizar el despliegue de las opciones tecnológicas de emisiones bajas y nulas, también a través de sistemas de retroadaptación y renovación apropiada en todos los modos de transporte.
Hitos para el desarrollo
Más en detalle, las autoridades europeas buscan que todos los modos de transporte sean más sostenibles, con alternativas ecológicas ampliamente disponibles y los incentivos adecuados establecidos para impulsar la transición energética, a través de una serie de hitos concretos que marcarán el camino del sistema de transporte europeo hacia un futuro inteligente y sostenible.
En concreto, para 2030, se pretende que al menos 30 millones de coches de cero emisiones estén en circulación en las carreteras europeas, un centenar de ciudades europeas sean climáticamente neutrales, que el tráfico ferroviario de alta velocidad se duplique en toda Europa, que la movilidad automatizada se haya implementado a gran escala y que los buques marinos de emisión cero estén listos comercialmente.
Así mismo, para 2035, se prevé que los aviones grandes de cero emisiones estén disponibles para su explotación comercial, mientras que para 2050 se espera que casi todos los automóviles, furgonetas, autobuses, así como los vehículos pesados nuevos, tendrán cero emisiones, que el tráfico de mercancías por ferrocarril se duplique y que la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) multimodal esté plenamente operativa para un transporte sosteniblee inteligente con conectividad de alta velocidad.