Amorós y Riquelme, especializado en el transporte de hormigón a nivel nacional e internacional, ha ampliado su flota con 50 unidades Trakker Hi-Land de Iveco, manteniendo así su apuesta por este fabricante.
Con sede en Alicante, el operador ha firmado la venta con Algar Motor, concesionario oficial situado en dicha provincia. El modelo adquirido, que se fabrica en la planta de Madrid, ha sido especialmente diseñado para el transporte de material de obra y construcción de entre 18 y 72 toneladas, y consigue mejorar la comodidad de la conducción.
Incorpora una amplia oferta de transmisiones y tomas de fuerza, así como un gran número de conexiones eléctricas dentro de la cabina y en el bastidor, y un módulo de expansión que da acceso a las líneas CAN del vehículo.
Los camiones adquiridos están propulsados por un motor Cursor Euro VI C de 8,7 litros, que ofrece una potencia de 400 CV y un par máximo de 1.700 Nm, equipado con el sistema de post-tratamiento de las emisiones Hi-SCR. Se trata de una tecnología exclusiva del fabricante para cumplir con la norma Euro VI C sin utilizar la válvula EGR anticontaminación.
El operador alicantino es el mayor flotista de España en el sector de los áridos y del hormigón, con gran parte de su actividad centrada en la obra pública. Su crecimiento en los últimos años le ha impulsado a adquirir estas nuevas unidades, dados los buenos resultados obtenidos hasta el momento con los vehículos del fabricante.