A la vista de las posibles tensiones que pudieran haber afectado a su cadena de suministro durante 2022, Inditex aceleró temporalmente las entradas de inventario en los primeros nueve meses del año pasado para aumentar la disponibilidad de producto, sin realizar ningún cambio en los niveles de compromiso.
Posteriormente, los buenos datos de ventas y la progresiva normalización de las condiciones de la cadena de suministro a finales de 2022, le han permitido al grupo textil gallego ir regularizando progresivamente sus niveles de inventariose regularizaron progresivamente de tal modo que a 31 de enero de 2023 eran un 5% superiores a los de un año antes, con un volumen de 3.131 millones de euros, frente a los 3.042 millones de euros de finales de enero de 2022.
La cadena de suministro es uno de los pilares del modelo de negocio de la compañía gallega, algo que seguirá así este 2023, en el que tiene previsto incrementar su capacidad logística para reforzar el potencial comercial de cada una de sus enseñas.
De manera particular, la compañía estima que el crecimiento del grupo se sustenta en la inversión en tiendas, los avances en el canal de venta on-line y las mejoras en sus plataformas logísticas, con un enfoque claro en innovación y tecnología. La gallega estima una inversión ordinaria de alrededor de 1.600 millones de euros para este ejercicio.
Con este fin se desarrollarán actuaciones en los centros de distribución que Zara tiene en la localidad coruñesa de Arteixo, en Zaragoza y en la población neerlandesa de Lelystad, en la plataforma de Bershka en el municipio barcelonés de Tordera, así como en las instalaciones logísticas de Stradivarius en Sallent, con especial foco en la optimización y automatización de sus operaciones.
En 2022, las ventas de Inditex han alcanzado los 32.569 millones de euros, un 17,5% más que en 2021, con un Ebitda de 8.649 millones de euros, un 20% anual más. Además, las ventas de su canal on-linetambién se han incrementado un 4% anual hasta alcanzar los 7.806 millones de euros.
