El GLP consigue una reducción del 50% en el gasto de combustible con respecto a la gasolina.
Imprefil, empresa del sector de los componentes térmicos y de filtración para los mercados industriales y de automoción, ha lanzado al mercado nuevos modelos de filtros que permiten adaptar los vehículos de gasolina al Gas Licuado de Petróleo, GLP.
El GLP es un combustible formado por propano, butano y un porcentaje mínimo de petróleo. Este combustible alcanza el estado gaseoso a temperatura y presión atmosférica y tiene la propiedad de pasar a estado líquido a presiones relativamente bajas.
El uso del GLP se está haciendo hueco en el mercado de la automoción como una alternativa a la gasolina al contar con una serie de ventajas para los vehículos, entre ellas, el ahorro económico o el cuidado del medio ambiente.
En concreto, se puede llegar a reducir el gasto del combustible hasta en un 50% respecto a la gasolina, mientras que el mantenimiento que exige es más económico, debido a la mayor duración del motor.
En cuanto a su impacto medioambiental, reduce las emisiones de NOx en un 68% y disminuye las emisiones de CO2 en un 15%.