Tras marcar una tendencia a contar con naves logísticas más grandes, fieles al adagio de que el e-commerce necesita tres veces más suelo que las actividades logísticas tradicionales, ahora el comercio electrónico también amplía su presencia en las zonas más cercanas a los principales núcleos de población, con el fin de ganar proximidad a los principales núcleos urbanos.
Esta tendencia tiene su razón de ser en la necesidad de optimizar al máximo unas operaciones con márgenes de beneficio tan escasos que a veces son inexistentes, aunque en este camino también se topan con el límite que fijan las rentas, un tema especialmente sensible para los inquilinos del sector logístico.
Además, por otra parte, el auge del comercio electrónico obliga a la distribución urbana a reaccionar con rapidez para adaptarse a un escenario mutante, en el que lo que era válido hasta hace unos meses deja de serlo sin que las alternativas que se plantean garanticen un recorrido a medio plazo.
En este sentido, parece que la tendencia más extendida en los dos últimos años se centra en acercar los stocks lo máximo posible a los clientes finales, con el fin de reducir costes, facilitar la operativa de vehículos de energías alternativas, con el condicionante que marca la autonomía de los vehículos eléctricos, asegurar la efectividad de las entregas para evitar fallidos y facilitar la gestión de la logística inversa.
[sumario]La revolución tecnológica no implica sólo un cambio en las herramientas que se utilizan en el transporte, sino también una modificación radical de la operativa. [/sumario]
Partiendo de la base de que no existe una solución única para la distribución urbana, ya que cada ciudad cuenta con sus propias particularidades que impiden encontrar una única respuesta extensible a todas las poblaciones, la tendencia se centra en potenciar la colaboración tanto entre los diferentes operadores como entre el sector privado y las administraciones municipales para buscar soluciones óptimas.
De igual modo, a la hora de buscar emplazamientos para los hubs urbanoshay que tener en cuenta tanto las necesidades del reparto, como la necesidad de encontrar una rentabilidad para estas instalaciones que deberían suponer una inversión mínima, con rentas que, para el caso de Madrid, no deberían de superar los siete u ocho euros por metro cuadrado y mes para que el modelo fuera económicamente sostenible.
Así mismo, el modelo para el reparto de paquetería de comercio electrónico del futuro a medio plazo debe buscar una mayor sostenibilidad medioambiental, sobre todo en cuanto a optimización de los repartos para evitar duplicidades, algo que sin duda potenciará la colaboración entre operadores para buscar sinergias.
Esta tendencia pasa, a priori, tanto por el uso de vehículos menos contaminantes, como por la reducción de los viajes y su acortamiento.
En este ámbito juegan un papel cada vez más importante las crecientes restricciones de circulación para los vehículos más contaminantes que se están imponiendo en cada vez más ciudades europeas, pese a la polvareda que han levantado en España algunos casos como es el de Madrid Central, toda vez que parece que la existencia de una zona de acceso restringido acabará convirtiéndose en la norma para gran parte de las ciudades del continente.
Nuevos modelos de reparto
En este mismo sentido, según revela un estudio de Aecoc sobre distribución en hostelería, un 98% de las empresas del canal Horeca cree que el sector debe prepararse a corto y medio plazo para implantar nuevos modelos de reparto,en un escenario marcado por el creciente número de restricciones en el acceso a los principales núcleos de población.
Así pues, para las empresas de este sector de actividad, la colaboración entre ellas a través de plataformas urbanas es una de las opciones que se consideran más factibles,pese a toda una serie de dificultades que entraña, relacionadas tanto con la propia operativa, como con asuntos relacionados con la libre competencia o las fricciones que podrían surgir al compartir instalaciones.
[sumario]98% de las empresas del canal Horeca creen que deben prepararse para cambios en los modelos de reparto a corto y medio plazo.[/sumario]
Aecoc estima que un 76,58% de las empresas de Horeca verían bien la posibilidad de realizar el reparto de última milla de sus productos desde hubs urbanos gestionados por un tercero, mientras que solo un 6,96% no aplicaría este modelo de ninguna manera.
Sin embargo, pese a esta opinión favorable que implicaría un alto grado de colaboración, existen múltiples circunstancias que dificultan su implantación, como, por ejemplo, la atomización existente en el sector o problemas de competencia y organización interna relacionados con la propia gobernanza de cada compañía, así como con la propia gestión de cada hub y las prioridades que se otorguen a unas empresas u otras.
Así pues, dentro del concepto de hub urbano caben múltiples conceptos, que van desde el propio almacén, hasta dark stores o establecimientos mixtos, en los que la tradicional trastienda ha evolucionado para convertirse en un espacio destinado a labores de picking y actividadades logísticas de alto flujo.