Aunque la operación está sujeta a la aprobación final de las autoridades de la competencia, la nueva Hapag-Lloyd contará con una flota de alrededor de 200 buques portacontenedores, cerca de 1 millón de TEUs de capacidad, volúmenes de carga transportados de 7,5 millones de TEUs anuales y volumen de negocios combinados por sobre 9 billones de euros. La oficina principal de la compañía permanecerá en Hamburgo y, adicionalmente, contará con una sede regional en Chile para su negocio latinoamericano.
A cambio de la aportación de su negocio portacontenedores, CSAV con el 30% de la propiedad de la nueva sociedad, se convertirá en uno de los principales accionistas de Hapag-Lloyd, junto con HGV (Ciudad de Hamburgo) y Kühne Maritime.
Los socios han acordado una ampliación de capital por 370 millones de euros, una vez que la transacción haya concluido, a la que CSAV aportará 259 millones de euros. Esto aumentará la participación de CSAV en Hapag-Lloyd hasta el 34%. Está prevista una segunda ampliación de capital, por otros 370 millones de euros, que se ejecutará en el momento de la salida a bolsa de Hapag-Lloyd.
Michael Behrendt, presidente ejecutivo de Hapag-Lloyd, se congratula por “haber alcanzado este acuerdo, por el que las dos compañías están desempeñando un papel activo en la consolidación de la industria del transporte marítimo, en este día que marca un hito muy importante en la historia de Hapag-Lloyd”. Agregó que “la transacción incrementa el valor de la compañía y con ello también el valor para nuestros accionistas”.
Por su parte, el gerente general de CSAV, Oscar Hasbún, ha señalado que “uniendo fuerzas, estamos creando una compañía más fuerte, grande y con alcance más global, con importantes economías de escala y una mejora considerable en nuestra posición competitiva”.
Complementariedad a todos los niveles
La combinación del negocio de portacontenedores de ambas navieras CSAV con Hapag-Lloyd se traducirá en unas sinergias anuales de al menos 300 millones de dólares.
Además las redes y flotas de ambas compañías se complementan perfectamente, dado que la fusión con CSAV, naviera líder en el transporte de contenedores de América Latina, refuerza la posición de Hapag-Lloyd en este mercado en crecimiento, y le da una fuerte posición global al combinar este liderazgo con la fuerte posición de Hapag Lloyd en los tráficos Este-Oeste.
También los pedidos de nuevos barcos, por parte de ambas empresas también son complementarios, ya que mientras que a fines de abril Hapag Lloyd comenzará a operar los últimos diez buques de 13.200 TEUs que ordenó para los tráficos Asia – Europa, CSAV está a la espera de recibir siete nuevos barcos, cada uno de 9.300 TEUs, que serán entregados entre 2014 y 2015.
La fusión entre ambas compañías ya ha sido aprobada a nivel interno, en ambas compañías.
La fusión debe ser aprobada por las autoridades de la competencia y está condicionada a que no más de un 5% de los accionistas minoritarios de CSAV ejerzan su derecho de retirada.