El ITC se aplicará a todo tipo de cargas y contratos con una validez de hasta tres meses.
La introducción de los nuevos límites de azufre la Organización Marítima Internacional el día 1 de enero de 2020 marcará un punto de inflexión para el sector del transporte marítimo, que podrá reducir sus niveles de contaminación y empezar a ser más sostenible a nivel medioambiental.
En el caso de Hapag-Lloyd, ha implementado diversos cambios para cumplir al 100% con la nueva regulación, pese a que las modificaciones que esto exige, están suponiendo unos elevados costes para la industria.
Para reducir la volatilidad de los precios y los gastos que se derivan de esta transición, la naviera alemana tiene previsto introducir un recargo en los contratos a corto plazo que firme a partir del 1 de diciembre de 2019.
El llamado Recargo de Transición a la normativa IMO 2020, ITC por sus siglas en inglés, permitirá asumir el incremento de los precios del combustible que tendrá a corto plazo el operador por el cambio obligatorio a uno que sea bajo en azufre.
Además, esto facilitará la adaptación durante las continuas oscilaciones que sufrirán los precios en un principio. Desde Hapag-Lloyd, también consideran que es una forma de contar con un método de fijación de precios para los servicios mucho más transparente y sostenible.
El ITC se aplicará a todo tipo de cargas y contratos con una validez de hasta tres meses. Por su parte, los tenders no se verán afectados por la introducción de este recargo.