Guitrans transmitió en su Asamblea General de Socios el mensaje de que un transporte moderno y sostenible solo es viable si se tiene en cuenta la rentabilidad, reconociendo asimismo el creciente enfoque en la eficiencia energética y la sostenibilidad, lo cual requerirá una inversión significativa en tecnología y adaptación a nuevos modelos de mercado.
También se analizaron los desafíos actuales del sector, como los altos precios del gasóleo, la escasez de materias primas y componentes, los retrasos en la entrega de vehículos y la dificultad para negociar con los cargadores.
Se destacaron por otro lado las medidas estructurales aprobadas en marzo de 2022, que incluyen la prohibición de que los conductores participen en la carga y descarga, así como la obligación de actualizar los precios del transporte de acuerdo con las fluctuaciones del precio del gasóleo.
En el encuentro se reconoció la disminución de los márgenes de rentabilidad en los últimos años debido a la competencia, lo cual ha llevado a ajustar las tarifas y asumir incrementos de costos. Se destacó la importancia de prohibir la prestación de servicios de transporte por debajo del costo para garantizar la rentabilidad del sector y permitir a las empresas adaptarse y reinventarse en los próximos años.
Necesidad de atraer a nuevos conductores
Otro desafío mencionado fue la escasez de conductores, ya que la edad promedio en el sector en Guipúzcoa es de 51,8 años y se espera que el 70% de los conductores en actividad se jubilen en los próximos diez años. Para atraer a nuevas generaciones al sector, se enfatizó la necesidad de tener empresas rentables capaces de generar beneficios sociales.
Se instó a las instituciones a ser sensibles a los problemas del sector y se criticó el enfoque recaudatorio mediante peajes impuesto a los transportistas en Guipúzcoa. Se destacó la falta de interlocución real con la Diputación Foral guipuzcoana en materia de infraestructuras y se solicitó un mayor apoyo a un sector estratégico.
También se mencionó la demora en la constitución de las Juntas Arbitrales del Transporte por parte de la Diputación Foral de Guipúzcoa, lo que impide a las empresas presentar reclamaciones ante este órgano.
Por último, se resaltó la colaboración en curso para mejorar el tráfico en la zona de la Aduana de Irún, involucrando a las instituciones y actores relevantes, expresándose la esperanza de que las decisiones y medidas tomadas puedan abordar los problemas que afectan a los usuarios de la zona de Bidasoaldea