Un submarino realizará un estudio de la embarcación, que ha sido localizada a 4.600 metros de profundidad.
Tras el hundimiento en las aguas del Golfo de Vizcaya del Con-Ro Grande América de Grimaldi, la naviera ha puesto en marcha un plan anticontaminación para controlar los posibles vertidos y ha querido aclarar que se habían aplicado todos los protocolos previstos para el transporte de mercancías peligrosas.
En el momento del accidente, el buque transportaba material rodado, contenedores y productos genéricos, que habían sido cargados en Amberes y Hamburgo con destino al puerto de Casablanca, en Marruecos, Dakar, en Senegal, Conakry, en Guinea, y los brasileños de Suape, Vitoria, Río de Janeiro, Santos y Paranagua, así como Zárate, en Argentina, y Montevideo, en Uruguay.
En total, viajaban a bordo 2.210 vehículos, 1.298 de ellos nuevos, además de 365 contenedores, 247 de los cuales estaban almacenados en la cubierta superior y el resto en la inferior. El 78% de las unidades estaban destinadas a América del Sur y el resto a África Occidental, principalmente a Casablanca.
De todos ellos, los contenedores que contenían carga peligrosa según la clasificación de la Organización Marítima Internacional eran 45. Un total de 34 se almacenaron en la cubierta superior y el resto dentro de la embarcación.
Además, desde la naviera han explicado que están implementando una política muy estricta en torno a los productos clasificados por la OMI, que van más allá de los requisitos para este tipo de buques, con más de 100 tipos de productos expresamente prohibidos.
Monitorización del buque
Como parte de su plan anticontaminación, también se ha enviado al lugar del naufragio al buque especializado Union Lynx, para que determine la existencia de cualquier derrame de combustible y organice la recuperación de los contenedores.
Esto se completará con un estudio submarino de la embarcación, localizada a 4.600 metros de profundidad, que se realizará con la nave Pourquoi Pas, operada mediante control remoto.
Igualmente, se ha enviado al puerto galo de Brest a un grupo de expertos en el campo de los accidentes marítimos y la prevención de la contaminaciónparasupervisar la situación ambiental y recomendar nuevas medidas, en coordinación con las autoridades francesas.
Colaboración española
Por parte española y a solicitud de la autoridad marítima francesa, se ha movilizado el buque de Salvamento Marítimo Alonso de Chaves, con material de lucha contra la contaminación. La llegada del buque a la zona de operaciones está prevista para este lunes 18 de marzo.
Por otro lado, el avión Sasemar 103 ha realizado un vuelo de observación del vertido.
Según las predicciones de los modelos de deriva, con los datos y condiciones meteorológicas actuales, no se prevé la llegada de contaminación a las costas españolas.