Greenpeace propone una reducción de las emisiones contaminantes de un 65% para 2030.
Para la organización ecologista Greenpeace el cambio climático es el problema más grave al que se enfrenta actualmente el ser humano y en este mismo sentido ha pedido a los Ministros de Transporte de la Unión Europea la semana pasada que den un paso adelante en la eliminación de los motores diésel y de gasolina.
Según los cálculos de la ONG, el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en el Viejo Continente provienen del sector del transporte, aunque, en concreto, un 47% de ese volumen asociado a las actividades de transporte se debe exclusivamente a las que vierten los turismos.
En este mismo sentido, la asociación ecologista pide a las autoridades europeas que se reduzcan las emisiones contaminantes en un 65% para 2030, con el objetivo final de conseguir cero emisiones una década después, en 2040.
Para conseguir esta reducción, Greenpeace propone que se de una vuelta de tuerca a la movilidad urbana, potenciando el transporte público y modos de transporte alternativos, así como que se produzca un importante trasvase modal de los volúmenes de transporte que actualmente se mueven por carretera al ferrocarril, modo que los ecologistas consideran más respetuoso con el medio ambiente.