General Motors ha iniciado un programa para que sus proveedores impulsen mayores compromisos en reducción de emisiones contaminantes y adopten programas de responsabilidad social y de prácticas de adquisición sostenibles en sus operaciones de cadena de suministro.
En concreto, la marca estima que un 53% de sus proveedores ya han adoptado estos compromisos.
Trabajar con proveedores para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero es parte de la estrategia del fabicantepara reducir su propia huella de carbono general y acelerar hacia un futuro totalmente eléctrico.
En 2021, General Motors ya fijó una serie de objetivos para conseguir la neutralidad en las emisiones de carbono en sus productos y operaciones globales para 2040.
La compañía está trabajando para lograr una transición energética para conseguir un alcanzar las cero emisiones para los nuevos vehículos ligeros para 2035 y, al tiempo, también está acelerando la incorporación de energías renovables, con la meta puesta en un total electrificación.
La industria automovilística vive un proceso de profunda transformación energética que coincide con los cambios que ha introducido la crisis sanitaria, que se ha traducido en una demanda menos vigorosa y una asecasez en los suministros de algunos componentes críticos para el sector, como es el caso de los chips.