El objetivo, según Ganvam, es dejar de incentivar la circulación de vehículos contaminantes, potenciando a su vez la entrada de nuevas tecnologías.
Para lograr una movilidad sostenible en España, es preciso reorientar la fiscalidad para que los impuestos se basen en las emisiones de CO2 y poner en marcha un plan de achatarramiento para retirar los vehículos más antiguos de las carreteras, dado que la edad media supera los 12 años.
Este es la propuesta de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, Ganvam, tras conocer el informe que la Comisión de Expertos sobre Escenarios para la Transición Energética ha presentado recientemente, en el que califica como "innecesarios" los planes de renovación del parque si se aplica una reforma fiscal que aumentaría en un 28% los impuestos al diésel.
En la Asociación, están de acuerdo en que se debe traspasar la presión tributaria de la compra al uso, pero consideran que no debe realizarse una subida generalizada de impuestos al diésel sino un cambio en el impuesto de circulación para que tenga en cuenta las emisiones en lugar de la cilindrada y la potencia.
De este modo, dejaría de incentivarse la circulación de los vehículos más contaminantes, potenciando a su vez la entrada de nuevas tecnologías más eficientes. Sin embargo, "no debería penalizarse injustamente a los nuevos modelos de diésel Euro 6", que emiten ya menos CO2 que un vehículo de gasolina.
Además, Ganvam anima a utilizar el distintivo medioambiental de la DGT, una herramienta muy útil que debe convertirse en la base de las políticas de movilidad y que favorecerá a los nuevos diésel Euro 6.
Impulsar la electrificación
En cualquier caso, en la Asociación entienden que es necesario impulsar la electrificación del parque "de una manera gradual" que facilite la penetración de los vehículos no contaminantes, sin precipitarse en la aplicación de medidas de gasto público que puedan conducir a generar costes no recuperables.
Para alcanzar una cuota de eléctricos del 18% en 2030 deben resolverse también los problemas relativos a la infraestructura de carga y la autonomía de los actuales, así como fomentar el cambio natural mediante las ayudas al achatarramiento.