El Gobierno francés seguirá utilizando el peaje de Biriatou para realizar controles en la frontera, a pesar de las retenciones que se producen en el paso, especialmente en la zona española, según ha confirmado la empresa concesionaria de la A-63 a las autoridades guipuzcoanas.
Esta compañía está obligada, pese a las retenciones que colapsan el cruce entre España y Portugal en la parte guipuzcoana, a reducir la cantidad de cabinas abiertas al tráfico para facilitar los controles, de tal modo que, de las diez vías disponibles, se habilitan cinco o seis vías, de las cuales una es exclusiva para las incorporaciones desde Hendaya y dos o tres están destinadas a los camiones.
Así pues, a pesar de tener capacidad para evitar esas retenciones, ASF, Autoroutes du Sud de la France, está obligada a seguir las órdenes de la policía francesa y, además de reducir el número de vías, han ralentizado la subida de barreras para ayudar a la labor de vigilancia.
La Diputación de Guipúzcoa pide que se tomen medidas, dado que las retenciones en Biriatou son un problema recurrente, bien por los controles que realiza la policía gala, bien a consecuencia de la acumulación de camiones después de un período de restricciones de tráfico para vehículos pesados en Francia.
Como consecuencia, según las autoridades provinciales, se producen retenciones kilométricas que colapsan totalmente el entorno de Bidasoa y de San Sebastián.