El dinamismo del comercio electrónico ha conducido a intentar acercar al máximo los inventariosa los destinatarios finales de los envíos, que se localizan en los principales núcleos urbanos.
Como consecuencia, cada vez proliferan más los hubs urbanos y otras instalaciones logísticas como las 'dark stores' que buscan reducir al máximo los pasos en el reparto para buscar rentabilizar unos servicios en los que la competencia es feroz.
Sin embargo, estas iniciativas generan un impacto sobre el entorno urbano que se hace evidente con el rechazo de los vecinos por los ruidos que generan estas instalaciones, la ocupación de plazas de aparcamiento para residentes y el incremento en el volumen de tráfico de furgonetas y otros vehículos de reparto en sus entornos.
Ante el impacto que genera esta nueva realidad en la logística urbana, Francia parece que estudia limitar legalmente la implantación de 'dark stores' en el interior de los principales núcleos de población del país.
Para ello, las autoridades galas se plantean calificar estas instalaciones como almacenes, en vez de como tiendas, para evitar su proliferación y, consecuentemente, el impacto sobre el vecindario.
De esta manera se conseguiría limitar la colocación de 'dark stores' a áreas acotadas por la Administración francesa, aunque, al mismo tiempo, también se estima que la nueva regulación conllevaría el cierrede muchas de ellas en todo el país que no podrían adaptarse a normas de apertura y explotación más estrictas.
Según algunos cálculos internacionales, solo en París existen en estos momentos unas ochenta 'dark stores'.