Tras el derrumbe del viaducto de O Castro en la A-6, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha diseñado dos rutas alternativas para que los vehículos de transportes especiales que se dirigen a Galicia puedan circular.
Una de ellas esir por la A-6 hasta Benavente y luego tomar las autovías AG-52 y AG-53 para luego enlazar con la AP-53 y la AP-9, mientras que la otra opción es utilizar la A-8.
En el primer caso, según informa Fegatramer, el Gobierno tiene previsto bonificar a esos transportistas el 100% del coste de los peajes de la AP-53 y la AP-9mientras no puedan circular de nuevo por la A-6.
De igual manera, como refiere la patronal gallega, para que los transportes especiales vuelvan a la A-6, Transportes está diseñando otra opción, que estará en servicio en otoño con la apertura del desvío más completo previsto para el entorno de Pedrafita.
La intención es que los vehículos que circulan en sentido Madrid puedan aprovechar los túneles de la autovía y después regresar a la N-VI, pero una vez pasada la travesía de Pedrafita, reduciendo así a la mitad el tráfico que a día de hoy circula por el centro del pueblo.
El plan es que a determinadas horas de la madrugada, los convoyes especiales puedan transitar por esos mismos túneles, hagan esa misma ruta, pero en sentido La Coruña, evitando así el paso por el pueblo.
Por otra parte, ya está en funcionamiento el nuevo desvío en la A-6 en la localidad lucense de Pedrafita, una solución provisional a la espera de que en otoño se active el nuevo plan.