El puerto de Amberes es uno de los beneficiarios de las exenciones fiscales belgas.
La Comisión Europea ha abierto dos investigaciones "en profundidad" para comprobar si las exenciones del impuesto de sociedades de las que gozan los principales puertos belgas y franceses son contrarias a las normas de competencia de la UE.
El organismo europeo informó a Bélgica y Francia, ya en julio de 2014, de sus preocupaciones sobre susregímenes fiscales para los puertos, y volvió a poner en tela de juicio el pasado mes de enero las legislaciones que las permiten, pidiendo directamente la eliminación de las exenciones fiscalesa las instalaciones portuarias.
Ahora, al no haber armonizado ni Francia ni Bélgica sus normativas, tal y como propuso la Comisión, el organismo ha abierto investigaciones en profundidad para evaluar si sus preocupaciones iniciales se confirman o no.
En Bélgica, los puertos de Amberes, Brujas, Bruselas, Charleroi, Gante, Lieja, Namur y Ostende, así como los canales de la provincia de Hainaut y Flandes, pagan un impuesto de sociedades más bajo de lo normal.
En Francia, los once grandes puertos marítimos del país, el puerto autónomo de París y los operados por la Cámara de Industria y Comercio están completamente exentos del pago de ese impuesto.
Cabe destacar que, al existir estas exenciones antes de la creación de la Unión Europea en 1958, la Comisión no puede pedir a Bélgica y Francia recuperar las ayudas concedidas en el pasado ni las ayudas concedidas hasta el momento en que la decisión final sea adoptada por el organismo.