La Comisión Europea ha exigido a Francia y Bélgica que eliminen las ventajas fiscales de las que gozan sus principales puertos a través de exenciones del impuesto de sociedades.
El organismo europeo ya informó a estos países, en julio de 2014, de sus preocupaciones sobre susregímenes fiscales para los puertos, abriendo una investigación en profundidad en julio de 2016 sobre este asunto que ha desembocado en la exigencia de la eliminación de las exenciones.
En Bélgica, los puertos de Amberes, Brujas, Bruselas, Charleroi, Gante, Lieja, Namur y Ostende, así como los canales de la provincia de Hainaut y Flandes, pagan un impuesto de sociedades más bajo de lo normal.
En Francia, los once grandes puertos marítimos del país, el puerto autónomo de París y los operados por la Cámara de Industria y Comercio están completamente exentos del pago de ese impuesto.
Según señalan desde la Comisión Europea, ambos países deben eliminar la exención fiscal este 2017, a fin de garantizar que el 1 de enero de 2018 todos los puertos estén sujetos a las mismas cargas impositivas que las demás empresas.
Afecta a la competencia
El organismo considera que las exenciones del impuesto de sociedades concedidas a los puertos belgas y franceses les otorgan una ventaja selectiva, infringiendo las normas de la UE en materia de ayudas estatales. Además, las exenciones fiscales no persiguen un objetivo claro de interés público, como la promoción de la movilidad o el transporte multimodal.
Por el contrario, los ahorros fiscales generados pueden ser utilizados por los operadores portuarios para financiar cualquier tipo de actividad o subvencionar los precios cobrados por los puertos a sus clientes, en detrimento de los competidores y de la competencia leal.