España es el tercer país europeo, por detrás de Francia y Alemania, donde más accidentes sufren los conductores de camiones y furgonetas. En 2009, este colectivo sufrió un total de 3.533 accidentes laborales en las carreteras españolas, de los que 354 fueron mortales. Las distracciones y las infracciones de tráfico son las causas más frecuentes de estos accidentes, que en la mayoría de los casos acaban en colisiones (67,%), salidas de la vía (9,7%), vuelco del vehículo (9%) o atropellos (8,8%). Concienciar a las empresas para que promuevan las medidas preventivas adecuadas entre sus trabajadores y sensibilizar a los conductores para que vigilen su salud, no circulen a una velocidad superior a la permitida y revisen de manera periódica su vehículo son algunas de las medidas que propone el Instituto de Seguridad Vial de Fundación MAPFRE para prevenir y reducir la siniestralidad de este colectivo.
Estos datos se desprenden del estudio “Seguridad y Salud para Conductores de Mercancías”, cuyo objetivo es analizar la actividad laboral y las condiciones de trabajo de los cerca de 650.000 profesionales pertenecientes al sector del transporte de mercancías y proponer medidas que contribuyan a mejorar su seguridad y salud.
En 2009, un 15% de vehículos pesados estuvo implicado en accidentes de circulación con víctimas, y en el 81% de estos accidentes hubo dos o más vehículos implicados.
Según el estudio, los conductores que más accidentes tienen son los que trabajan en empresas pequeñas del sector de la construcción y cuya edad está entre los 45 y los 49 años. Además, la franja horaria con mayor riesgo es la comprendida entre las 8 y las 12.00 horas, que concentra casi la mitad de todos los accidentes que se producen, y los lunes es el día de la semana con mayor número de accidentes.
La mitad de los accidentes tienen como origen el sobreesfuerzo físico, así como golpes y aplastamientos por objetos y se producen principalmente en las zonas destinadas a almacenamiento y carga y descarga.
El informe revela que en la mayoría de los casos, las condiciones físicas de los conductores no son las idóneas y afectan de manera negativa a su comportamiento al volante y a su seguridad. Ello se debe, en gran medida, a la reticencia de las empresas a la hora de implantar planes de prevención de riesgos laborales, que actualmente son prácticamente inexistentes, y a la de los trabajadores para someterse a un reconocimiento médico anual que permita vigilar su salud y realizar un seguimiento de los factores de riesgo y de las enfermedades que más les afectan.
Implantar medidas preventivas, clave para reducir los accidentes
Para prevenir la siniestralidad de este colectivo, Fundación MAPRE aconseja a las empresas implantar una cultura preventiva adecuada y eficaz en el sector con el fin de aumentar la seguridad en los procedimientos de trabajo y el cuidado de la salud de sus profesionales. También aboga por profundizar en el estudio de las enfermedades que afectan directamente a este colectivo y su posible relación con algunos de los accidentes viales laborales que se producen.
El estudio de Fundación MAPFRE hace una especial recomendación a los conductores de camiones y furgonetas, “principales responsables a la hora de prevenir accidentes”, para evitar las prisas, “malas compañeras de viaje, que generan una gran cantidad de accidentes”. También insiste en la necesidad de llevar a cabo un buen mantenimiento del vehículo, utilizar equipos de protección individual para la prevención laboral, especialmente a la hora de manipular correctamente las cargas, y cumplir estrictamente ciertas normas de tráfico relacionadas con el control de velocidad y el consumo de alcohol durante la conducción.