La UE, España y Francia han comprometido una cantidad de 26,8 millones de euros como ayudas a la Autopista del Mar.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, acompañada por el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, y el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, han firmado la Adenda al Convenio de la Autopista del Mar Vigo-Nantes. El compromiso de los Estados y de la UE se concreta en ayudas por importe de 26,8 millones de euros.
Con dicha adenda, que recoge las modificaciones aprobadas por la Comisión InterGubernamental, CIG, en 2013 y 2014, se finalizan los trámites necesarios para lograr que la Autopista del Mar se convierta en una "oferta de transporte viable y competitiva" dirigida al transporte no acompañado, que permitirá canalizar flujos de tráfico de vehículos y de semirremolques preferentemente sin pasajeros a bordo.
El objetivo es que la Autopista del Mar logre alcanzar condiciones suficientes para ser viable en régimen de mercado. Una vez maduro el servicio marítimo se estima una reducción media del coste del transporte del 24%.
Así, con la puesta en operación de un segundo buque en enero de este año, el tráfico entre Vigo y Nantes-Saint Nazaire ha crecido casi un 30%durante los nueve primeros meses, en comparación con el mismo periodo de 2014.
En total, se han movido casi 300.000 toneladas de mercancía diversa, hasta el mes de septiembre, frente a las alrededor de 230.000 del pasado ejercicio.
Así, el número de semirremolques movidos durante este periodo entre Vigo y Nantes-Saint Nazaire ha subido un 25,6%, al registrarse unas 9.600 unidades a lo largo de los nueve primeros meses del año, frente a las 7.650 unidades del mismo periodo de 2014. Además los automóviles se mantienen también al alza, ascendiendo el total de coches movidos a unos 46.100 frente a los 45.000 de 2014, lo que supuso un incremento del 2,4%.
Con la Autopista del Mar, se estima mover un tráfico anual, entre coches y semirremolques,superior a las 25.000 unidades equivalentes de transporte, de las que unas 15.000 unidadesse consideran captadas de la carretera. Se contribuye así a la movilidad sostenible al contribuir a reducir los costes externos del transporte, sobre todo en términos de ahorro de CO2.