Se pretende reducir las diferencias entre vehículos de transporte de personas y mercancías con los turismos.
La modificación del Reglamento General de Circulación sobre los límites de velocidad en carreteras convencionales ha entrado en vigor este martes 29 de enero, reduciéndose el máximo permitido de 100 km/h a 90km/h.
Esto irá acompañado de una mayor vigilancia y control por parte de las autoridades encargadas de la vigilancia del tráfico, así como de mejoras en el diseño de las infraestructuras con el fin de aumentar la seguridad viaria.
El principal objetivo es reducir la siniestralidad y bajar de 37 la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes, dado que en 2017 se ha llegado a 39. Este cambio contribuirá a establecer un sistema más seguro, al reducirse el impacto en caso de siniestro en las carreteras convencionales, donde en los últimos cinco años se han registrado entre el 75% y el 80% de las víctimas.
En condiciones óptimas, a 90 km/h se necesitan 70 metros para detener el vehículo y a 100km/h la distancia se eleva a los 84 metros, aunque con el suelo mojado, aumenta casi un 70%. Además, un conductor circulando a 65 km/h tiene un ángulo de visión de 70 grados, pero a 100km/h se reduce a 42 y a 150 km/h es solamente de 18 grados.
La mayoría de los países de la Unión Europea están optando por la reducción de velocidad en aquellas vías en las que no hay separación física de sentido, siendo la tendencia mayoritaria la limitación a 90 km/h, aunque algunos países han apostado por establecer limitaciones de 80 km/h, como Suecia y Holanda.
De este modo, se pretende también reducir la diferencia de velocidad entre vehículos de transporte de viajeros y mercancías respecto de los turismos, dado que los que circulan a una velocidad distinta de la media multiplican por seis sus probabilidades de provocar un accidente.
En 2018 han fallecido 877 personas en estas carreteras, siendo el accidente más frecuente la salida de la vía, seguido de las colisiones frontales, aunque muchos de ellos están relacionados con pérdidas de control debido a velocidades excesivas.