El comité de empresa del aeropuerto de Foronda ha solicitado a las instituciones vascas un acuerdo amplio que proponga medidas concretas para reactivar las instalaciones del aeropuerto alavés y evitar situaciones como la que se ha producido en las pasadas Navidades, cuando un total de 36 vuelos con destino al aeropuerto de Bilbao se vieron afectados por el temporal de viento y 24 de ellos tuvieron que ser suspendidos mientras que los otros 12 se desviaron a otros aeropuertos, como el de Barcelona.
En este sentido, una solución para la creación de empleo en Foronda sería ampliar el horario actual de 12 horas a 24, para lo que se necesitaría contratar a 21 personas duplicando los que ya trabajan en el aeropuerto.
Para llevar a cabo esta propuesta, sería preciso un acuerdo entre Aena, el Ministerio de Fomento y el Gobierno vasco, que según fuentes del Departamento de Transportes y Medio Ambiente se halla en conversaciones con Fomento para "mantener la viabilidad del aeropuerto en la modalidad que sea", aunque de momento no se estaría produciendo ningún avance.
Desde el 1 de enero de 2013 Foronda sólo está abierto durante la noche, tras el recorte que se realizó a través del Plan de Eficiencia Aeroportuaria, puesto en marcha por Fomento. Así, el aeropuerto permanece cerrado desde las 08.30 hasta las 20.30. La ministra de Fomento firmó este plan para adaptar la actividad a los gastos, algo que también ha conllevado una reducción en la actividad, ya que los negocios que basaban su actividad en el horario diurno han ido desapareciendo generando despidos y pérdidas a sus inversores. De este modo, desde el punto de vista de Fomento no habría justificación para ampliar el horario.
Por otra parte, dentro del propio aeropuerto, este recorte ha supuesto que más de un centenar de trabajadores abandonaran el aeropuerto, permaneciendo un equipo de 21 personas que da actualmente servicio a la instalación durante las noches: 15 bomberos, tres empleados en la central eléctrica y otros tres en operaciones.
El comité estima que, con una plantilla similar, se podrían cumplir las necesidades de seguridad que exige un aeropuerto de uso público durante el resto del día y evitar de esa manera “el espectáculo de tener un aeródromo cerrado a 60 kilómetros de Bilbao, cuando hay muchos vuelos que necesitan una pista cercana para aterrizar debido a diversos tipos de contingencias”, según Bastida.
Por ello, los trabajadores y la dirección del aeropuerto vitoriano han firmado un acuerdo para garantizar la operatividad de vuelos con una programación previa de hasta cuatro horas. El pacto permite acoger vuelos comerciales de manera puntual aunque en el caso de convertirse en rutas regules, “dicho acuerdo debe ser revisado”, con el objetivo de establecer un horario operativo y laboral más amplio. Sólo durante el este mes de enero 18 vuelos no programados han entrado en el aeródromo alavés, aunque no todos fuera del horario operativo.
En este sentido, PNV, PSOE y EH Bildu han exigido en las Juntas Generales de Álava que Foronda pudiera recibir y operar con los vuelos desviados desde los aeropuertos cercanos en caso de malas condiciones meteorológicas, a lo que se han negado desde la Diputación Foral con el argumento de que Foronda se convirtiera en aeropuerto de cabecera en el País Vasco.
El aeropuerto alavés de Foronda, situado en las inmediaciones de Vitoria,se inauguró hace más de 30 años con el objetivo de ser el principal aeródromo de la cornisa cantábrica, pero ante el escaso éxito de los vuelos comerciales, finalmente terminó por consolidarse como aeropuerto de carga, lo que lo alejaba de poder operar con vuelos de pasajeros.
Sólo ha tenido algunas experiencias, como Euskal Air, Raynair, que dejó de operar en 2007 o la última, Helitt, que, debido a los problemas económicos en la empresa, no pudo continuar con su línea entre Vitoria y Barcelona.