La Comisión Europea está impulsando algunos proyectos relacionados con la conducción autónoma.
Representantes e investigadores de las principales empresas del País Vasco se han reunido en el VII Congreso ITS Euskadi, organizado por el Clúster de Movilidad y Logística, para analizar el presente y futuro del vehículo autónomo.
Este nuevo medio de transporte, cuyos primeros lanzamientos están previstos para el año 2020, contribuirá a una movilidad segura, confortable y eficiente. De hecho, se calcula que para el año 2040, que podría ampliarse hasta 2070, se alcanzará un parque automovilístico totalmente autónomo.
Estos vehículos podrían generar grandes cambios en la sociedad, pero dependerán de diversas variables para alcanzar el éxito, como el tiempo de espera y de viaje, el cambio en el modelo de vehículo en propiedad actual o la privacidad respecto a los desplazamientos teniendo en cuenta la necesidad de una información compartida.
Así, en el evento se ha destacado la conectividad con la que cuentan este tipo de vehículos, que podría suponer en el futuro el desarrollo de toda una nueva industria, con los servicios en la nube como soporte.
En cuanto a la tecnología, los ponentes han señalado que los sistemas necesarios para la puesta en marcha del vehículo autónomo ya están disponibles, aunque es necesario que algunos pasen de la fase de prototipo a la de producto.
En este sentido, se ha explicado que desde el año 2000 la Comisión Europea está impulsando proyectos que combinan el transporte público e incluso el coche compartido, con lanzaderas autónomas que se encargarían de trasladar a los viajeros hasta el centro de las ciudades. Este es el caso del proyecto CityMobil2, probado recientemente en San Sebastián.
El reto actual de los vehículos autónomos, según las conclusiones alcanzadas en el congreso, está en conseguir los cambios legislativos necesarios y adecuar las infraestructuras para su circulación.