Las familias españolas, y particularmente los autónomos y pymes, están sufriendo desde hace meses la "brutal escalada" de los precios de la energía, agravada tras la invasión rusa de Ucrania.
Sin embargo, en estos momentos tan críticos, Fenadismer considera "inadmisible" que unos de los grandes beneficiados de la crisis sean las grandes compañías energéticas, que están obteniendo "unas ganancias escandalosas a costa de los pequeños consumidores".
De hecho, las compañías petrolíferas están llegando a adelantar en los precios de venta final de los carburantes las posibles alzas futuras del crudo, pese a que el producto en stock, que es el que se vende ahora en las estaciones, fue adquirido a precios muy inferiores.
Como ya ocurrió en la crisis de 2008, esto demuestra "la poca sensibilidad" de las compañías energéticas, a las que "no parece importarles mucho la gravísima situación económica" que se avecina, pues lejos de reducir sus márgenes de comercialización, tanto eléctricas como petroleras "los están aumentando espectacularmente".
Esto ya motivó que fueran sancionadas en su día por la Comisión Nacional de la Competencia, pero en las últimas semanas, su actuación va dirigida en la misma dirección.
Limitar los precios máximos
Con un incremento en los carburantes de casi el 50% en pocos meses, y las trabas para repercutirlo a sus clientes, los transportistas que operan en España creen que el sector se verá abocado a corto plazo a un colapso total y la paralización de la actividad, al no poder absorber estos "incontrolados incrementos".
Por todo ello, Fenadismer ha acordado exigir al Gobierno que, con carácter urgente y excepcional mientras se mantenga esta situación de incertidumbre y volatilidad del mercado energético, proceda a intervenir el mercado de los carburantes en España, limitando los precios máximos de venta.
En esta línea, la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías, Fetransa, solicitará la suspensión temporal del artículo 18 de la LOTT, en lo referido a la libertad para la fijación de los precios para el sector del transporte de mercancías, hasta que se normalice la situación excepcional provocada por la guerra de Ucrania.
Tal y como explican, en las circunstancias actuales resulta del todo imposible la aplicación de la Ley del Contrato de Transportes en lo relativo a la revisión del precio del servicio en función de la variación del precio del combustible.
De hecho, el precio medio en España del gasóleo A en diciembre de 2021 era de 1,347 euros por litro, y a día de hoy es de 1,677 euros, lo que supone una subida del 24,49%. Solamente en marzo, ha subido ya 32 céntimos por litro y para mañana se espera otra subida de más de 10 céntimos, con lo que la escalada sería del 39% en ocho días.
Por ello, solicitan la regulación de los precios mientras se mantenga esta situación, ante el "más que previsible colapso", en unos pocos días, del sector del transporte de mercancías por carretera, que arrastraría a la economía y a todo el país. "No se trata de ganar más o menos, se trata de poder sobrevivir", concluyen.
