El transporte marítimo vivirá un año de incertidumbre y transición en 2019, cuando tendrá que enfrentarse numerosas cuestiones aún no resueltas, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la salida de Reino Unido de la Unión Europea o la necesaria adaptación a la regulación de la OMI que obliga a utilizar combustibles bajos en azufre a partir de 2020.
Estados Unidos y China son dos de los mayores socios comerciales del mundo. Las tensiones entre ambos podrían tener un fuerte impacto en los intercambios comerciales y la capacidad global, lo que hace que toda la industria siga de cerca los nuevos avances, tal y como explican desde iContainers.
El país norteamericano ha concedido una tregua de 90 días mientras continúan las negociaciones con China, pero de no alcanzarse un acuerdo antes del 1 de marzo, la subida arancelaria pasaría del 10% al 25% y afectaría a mercancías chinas por valor de 200.000 millones de dólares (174.960 millones de euros).
Muchas empresas ya han vivido momentos difíciles tras la primera ronda de aranceles, pero si estas medidas son finalmente suavizadas, podrían acabar recuperándose.
La incertidumbre que rodea al Brexit
Al otro lado del Atlántico, el Brexit plantear grandes desafíos para el transporte internacional, pues a pesar de que la salida de la Unión Europea está prevista para 29 de marzo, el Parlamento Británico aún no ha llegado a un acuerdo sobre el proceso.
Los expedidores y proveedores logísticos viven en una constante incertidumbre, especialmente los vinculados comercialmente con Reino Unido, al no estar seguros de hasta qué punto la transición se llevará a cabo con fluidez.
En cuanto a los nuevos límites de azufre de la OMI, lo normal sería que cada naviera abordara su adaptación de una manera diferente, pero en este caso, todas están caminando en la misma dirección.
Por último, a lo largo de 2019 se verán numerosos avances en cuanto a la automatización del transporte, aunque los progresos no se producirán a gran escala, sino en terminales, navieras, almacenes, transportistas o transitarios concretos.