Los transportistas autónomos que trabajan en el sector del transporte ligero han quedado fuera del Plan Renove para la modernización de flotas de vehículos de transporte previsto por la Administración vasca.
Así lo han denunciado desde Asotrava, Hiru y Uniatramc, indicando que el plan de ayudas se olvida de aquellos vehículos de menos de 3,5 toneladas que ejercen la actividad de transporte. Una vez más el trato que recibe el sector de los vehículos ligeros es "claramente discriminatorio", dicen.
Del mismo modo que quedan excluidos de ser beneficiarios de las devoluciones de gasóleo profesional, el Gobierno Vasco tampoco tiene en consideración a estos profesionales a la hora de otorgar subvenciones para renovación de vehículos.
En este sentido, recuerdan que el Gobierno Vasco anunció el plan de ayudas tras reunirse con los representantes de las grandes empresas, que "han defendido sus intereses por encima de los de la totalidad del sector".
Es previsible, en su opinión, que sean esas grandes flotas las que se adjudiquen la mayor parte de estas ayudas, que contemplan siete millones para el achatarramiento de vehículos antiguos y la compra de nuevos.
Sin embargo, "son los mismos que no están cumpliendo con la obligatoria revisión de las tarifas según las variaciones del precio del gasoil, los mismos que no respetan la prohibición para el transportista de cargar o descargar, y los mismos que se sirven o se valen de la precariedad del sector para obtener su beneficio".
Una vez más, los transportistas autónomos señalan que desde la Administración no se adoptan medidas estructurales para hacer frente a las dificultades y la precariedad del sector, sino que se aprueban ayudas puntuales o parches que beneficiarán a los grandes, "en gran medida los responsables" de la situación.
Mientras tanto, los transportistas autónomos se han convertido es "una especie en peligro de extinción" que además de no tener relevo, deben analizar con mucho cuidado antes de decidir el cambio de vehículo.