La competitividad de las empresas de transporte ya se encuentra "en un estado suficientemente frágil" debido a la fuerte competencia a nivel internacional.
El Ministerio de Transporte de Francia ha confirmado la intención del gobierno del país de gravar a los vehículos pesados para contribuir a la financiación de la reestructuración de SNCF, aunque la manera en que se abonará el nuevo impuesto aún debe ser debatida en el Parlamento.
Ante tal información, la Federación Nacional de Transporte por Carretera, FNTR, y la Unión de Empresas de Transporte y Logística de Francia, TLF, han rechazado cualquier incremento de la aportación que realiza el sector, sea cual sea la forma en que se aplique esta medida.
La competitividad de las empresas de transporte de mercancías ya se encuentra "en un estado suficientemente frágil" debido a la fuerte competencia a nivel internacional como para tener que realizar ahora un nuevo sacrificio.
En palabras de ambas asociaciones, "la profesión no puede ser el chivo expiatorio de la incapacidad de la administración para encontrar una forma de financiación sostenible para sus infraestructuras". Aseguran además que esta medida conllevaría que los camiones franceses acaben siendo reemplazados por camiones extranjeros.
39.000 millones de euros
Un impuesto adicional mermaría la competitividad del sector y su capacidad para seguir avanzando hacia la transición energética. Cada año, se recaudan unos 39.000 millones de euros que abonan los usuarios de las carreteras, una cantidad que debería utilizarse para la mejora de las infraestructuras, "sin necesidad de exigir nuevos ingresos".
De hecho, debido a la disminución de las asignaciones que reciben las diferentes regiones, han buscado nuevas fórmulas de financiación y han comenzado a exigir también el pago de impuestos a los vehículos pesados, aunque cuentan con la mitad del impuesto interior de consumo de productos energéticos, Ticpe, que asciende a 14.000 millones de euros, y se destina a cubrir gastos sociales.
Desde FNTR y TLF denuncian que la solución para saldar las deudas del transporte ferroviario, acelerar el cambio modal y financiar las infraestructuras siempre es subir los impuestos al transporte por carretera y recuerdan que el sector empieza a estar cansado de esta "idea simplista" para hacer frente a cada problema con el que se encuentra el gobierno galo.