El sector del transporte europeo, encabezado por la ETF y la Iru, han apoyado a los camioneros extracomunitarios que se encuentran en huelga desde hace dos semanas en Alemania.
En este sentido, han pedido actuaciones conjuntas para acabar con la explotación laboral y garantizar que los derechos sociales se protegen y se hacen cumplir en toda la Unión Europea.
La mayoría de estos chóferes provienen del Cáucaso y Asia Central y, según distintas fuentes, hay conductores que no han recibido el pago durante meses por parte de sus empresas polacas.
Desde las administraciones comunitarias ya se está trabajando en la situación, comenzando por la petición de intensificar la aplicación de las normas que se aplican al transporte por carreterapara garantizar que los derechos sociales se cumplan adecuadamente.
La Comisión Europea ha declarado a este respecto que no hay dos categorías de conductores en la Unión Europea, y los nacionales de terceros países deben beneficiarse plenamente de la legislación social.
Por ello, todas las partes consideran que la correcta aplicación y el firme cumplimiento del Paquete de Movilidad desempeñará un papel fundamental, así como que los Estados realicen inspecciones transfronterizas y conjuntas, y que la Comisión adopte medidas legales y de otro tipo para evaluar y mejorar las condiciones de trabajo de los nacionales de terceros países.
Estas prácticas, consideran, destruyen los mercados para la gran mayoría de las empresas que cumplen con las condiciones justas para sus conductores.
Asimismo, señalan que si bien Europa necesita conductores profesionales de terceros países, más allá de la UE, para solucionar la creciente escasez de conductores, junto con los esfuerzos para abrir la profesión especialmente jóvenes y mujeres, todos los conductores, incluidos estos, deben ser respetados y tienen sus plenos derechos según las normas de la Unión Europea.