Las celebraciones se han multiplicado por todo el país.
La parálisis política que vive el país tanto a nivel nacional como en diferentes autonomías se traduce en falta de impulso para algunas de las transformaciones que demandan diferentes sectores productivos, con el fin de poder seguir creciendo.
En el caso del transporte, esta situación convierte al sector en una balsa de aceite. Estable, pero peligrosa. En esta coyuntura viven las empresas de transporte por carretera la celebración de su patrón, San Cristóbal que llena tanto este fin de semana, como los días pasados, de marchas y encuentros por toda la geografía del país.
Por un lado, los transportistas valencianos, han reivindicado en su reunión de celebración "el papel indispensable para el funcionamiento del comercio, la industria y el turismo" tiene el sector del transporte.
En Castilla y León también tendrán lugar diferentes reuniones en Salamanca, Segovia o Soria, por ejemplo, mientras que en Galicia, los camiones ya han tomado las carreteras en diferentes zonas para festejar al patrón de los conductores, al igual que en Burgos.
De igual modo, la fiesta también ha llegado a diferentes zonas de Aragón, Asturias, Madrid y de Murcia, amén de otras partes del país, con caravanas y diferentes actos lúdicos, con los que el transporte se ha querido acercar a la sociedad, algo que, sin duda, necesita casi más que nunca.