En el mes de febrero, se han reunido en Roma los presidentes de las diferentes asociaciones internacionales de transporte marítimo para debatir sobre los temas que afectan al sector en la actualidad y coordinar esfuerzos para las acciones que tendrán que ponerse en marcha en la próxima década.
Aunque lo primordial ahora es mitigar los efectos del coronavirus en los equipos y tripulaciones, las medidas que se están adoptando en esta crisis tendrán un fuerte impacto en la industria, que cada vez son más visibles. Para el sector marítimo, responsable del transporte mundial de la gran mayoría de productos, materias primas y combustibles, restringir la libertad de movimientos en puertos puede tener graves consecuencias.
Sin embargo, en el encuentro se ha puesto el foco principalmente en los esfuerzos que está realizando el transporte marítimo para reducir en un 50% sus emisiones de cara a 2050, objetivo impuesto por la Organización Marítima Internacional. Las navieras europeas coinciden en que la mejor solución para avanzar hacia un futuro de cero emisiones es la puesta en marcha de un fondo de Investigación + Desarrollo, que ascendería a 5.000 millones de dólares durante una década.
En él, participarían Bimco, Intercargo, la Cámara Internacional de Navegación, Intertanko y otros actores, que suman más del 90% de la flota mercante mundial. La medida acelerará el desarrollo de buques de cero emisiones para los primeros años de la década de 2030.
Desde ICS, creen que es evidente que la industria marítima está asumiendo su responsabilidad en la reducción de emisiones, y ha recordado los planes existentes para introducir el pago de dos dólares por cada tonelada de combustible marino que se adquiera.